Secciones
País

“Me cuesta creer”: Piñera responde a denuncia contra su tío Bernardino

El Presidente Sebastián Piñera aseguró que “toda denuncia debe investigarse con rigor para esclarecer la verdad, y este caso no es una excepción”. Sin embargo, puso en duda la veracidad de esta denuncia de abuso sexual.

tío Bernardino

El Presidente Sebastián Piñera aseguró que “le costaba creer” que fueran ciertos los hechos conocidos durante el día, respecto a la investigación que está realizando el Vaticano en contra de su tío Bernardino Piñera.

Desde el Hotel Frontera en Temuco, en donde estuvo reunido con diversas autoridades regionales, el Mandatario aseguró que su tío Bernardino Piñera había negado esta acusación.

El Presidente se habría enterado de la investigación de esta denuncia en el viaje en helicóptero desde Chillán.

Piñera aseguró que “toda denuncia debe investigarse con rigor para esclarecer la verdad, y este caso no es una excepción”.

“Sin embargo, y conociendo por casi 70 años a Bernardino Piñera como sobrino, me cuesta creer porque conozco su conducta. Me cuesta creer una denuncia que se hace 50 años después de los hechos, en contra de un hombre que tiene más de 100 años de vida”, reiteró el Mandatario.

Inmediatamente después de este punto de prensa, en el que el Presidente no aceptó preguntas, la Nunciatura Apostólica de Chile, a través de un comunicado, entregó las declaraciones del arzobispo emérito de La Serena, en las que se señala que “manifiesto desconocer la acusación que le ha dado origen y ofrezco mi plena disposición a colaborar en el esclarecimiento de la misma. Doy fe de que, durante mi larga vida sacerdotal que comenzó en 1945, siempre he tenido una conducta intachable”.

Notas relacionadas







La envidia del barrio

La envidia del barrio

Defender el saludo, el reconocimiento y el traspaso ordenado no es defender a un gobierno ni a una coalición. Es defender una idea de país donde el poder es transitorio, las instituciones permanentes y la democracia algo más que un resultado electoral. Tal vez por eso, en medio de un vecindario convulsionado, Chile sigue siendo —cuando honra estas prácticas— la envidia del barrio.

Foto del Columnista Julio Sánchez Julio Sánchez