La Organización Mundial de la Salud (OMS) alabó la estrategia tomada por los países de Asia para contener la pandemia del coronavirus, apuntando a que gran parte del lejano oriente “no se relajó” a pesar de tener una baja en los casos de COVID-19.
Mike Ryan, director ejecutivo para emergencias sanitarias del organismo, afirmó que “la ventaja que tiene Asia es que los ciudadanos tienen niveles mucho más altos de confianza en sus gobiernos y tienden a aplicar las medidas que se les imponen”.
El funcionario internacional también comparó lo ocurrido en el Asia-Pacífico con Europa, que está enfrentando una fuerte segunda ola de contagios, la que está superando las cifras registradas entre los meses de marzo y abril.
“Muchos países europeos se pusieron una meta imaginaria de contagios de COVID-19”, expresó Ryan, quien agregó que el viejo continente la desescalada de las medidas preventivas comenzó de forma acelerada, mientras que Asia mantuvo el estado de alerta por la pandemia.
El asesor de la OMS afirmó que naciones como Corea del Sur, Japón, China, Taiwán, Singapur o Australia centraron su trabajo en la detección temprana de los casos y el aislamiento de los contagiados, agregando que “no sólo se les mandó a casa sino que se les dio apoyo en forma de alojamiento, alimentación o servicios de ayuda”.
