Secciones
País

Despiden a Negri y Llorón: “Por fin podrán descansar de todo mal”

Este caso hizo que la Universidad del Alba despidiera al director de Administración y Finanzas; la directora de la carrera de Medicina Veterinaria; el director del Hospital Veterinario y una docente de la misma carrera por “colusión para eutanasia de mascotas”.

Este fin de semana se realizaron los funerales de Negri y Llorón, los perros comunitarios que fueron sacrificados para ser parte de una clase de anatomía en la sede La Serena de la Universidad del Alba.

La organización Rescata Un Callejero dio a conocer imágenes del lugar donde descansan los malogrados animales, indicando que “queremos compartir con ustedes el lugar donde yacen negrita y llorón, por fin nuestros pequeños podrán descansar de todo mal”.

u0022Fue un día rodeado de emociones y sentir, donde pudimos despedirnos de alguna forma fisicamente a pesar que su pérdida nos acompañará por toda la vida y el amor por ellos jamás se desvaneceráu0022, indicó el grupo.

En esta línea, agradecieron a “cada persona que se dio el tiempo de dar una palabra de apoyo, de dejar una velita en aquellas tardes de velatón, de dejar la voz y pies en las marchas y a quienes estuvieron ahí día a día luchando por la misma causa, lograr justicia por Negrita y Llorón”.

“Los amamos Negrita y Llorón”, cerró el mensaje.

Este caso hizo que la Universidad del Alba despidiera al director de Administración y Finanzas; la directora de la carrera de Medicina Veterinaria; el director del Hospital Veterinario y una docente de la misma carrera por “colusión para eutanasia de mascotas”.

Notas relacionadas








Vuélveme a querer

Vuélveme a querer

El extraño caso de Cristian Castro es, finalmente, el de un artista que perdió el centro, vagó por los bordes y regresó sin pedir permiso. No volvió a través de un hit nuevo ni de una estrategia de marketing: lo hizo mediante algo más simple y más raro -una autenticidad torpe, luminosa e irresistible, respaldada por una carrera que, vista desde hoy, nunca dejó de importar.

Foto del Columnista Mauricio Jürgensen Mauricio Jürgensen