Secciones
Política

Cadem: apoyo al Rechazo supera el 50% y desaprobación al Presidente Boric ronda el 60%

Respecto a la labor del jefe de Estado, la desaprobación alcanza el 59%, mientras que la aprobación cayó seis unidades y se ubica en el 34%.

Este lunes se conocieron los resultados de la encuesta Plaza Pública Cadem, marcada por el incremento a la desaprobación de la gestión del Presidente Gabriel Boric y el apoyo al Rechazo a la nueva Constitución, que ya supera el 50%.

Respecto a la labor del jefe de Estado, la desaprobación alcanza el 59%, mientras que la aprobación cayó seis unidades y se ubica en el 34%.

Sobre el Gabinete de ministros, los mejores evaluados son el titular de Hacienda, Mario Marcel, con un 61%, secundado por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve (59%); el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila (57%) y de Salud, María Begoña Yarza (57%).

Por contrapartida, los peores vistos son Giorgio Jackson (43%) e Izkia Siches (34%). En cuando a Irina Karamanos, tras la polémica generada por el cambio de nombre de su Gabinete, un 51% desaprueba su gestión y un 38% la aprueba.

De carta al plebiscito de salida del próximo 4 de septiembre, un 51% votará por el Rechazo, frente a un 33% que lo hará por el Apruebo. Junto con ello, por primera vez hay más personas que creen que ganará el Rechazo (47%) que las piensan que el triunfo será del Apruebo (44%).

En cuanto al borrador de nueva Constitución, el 12% quiere que se apruebe tal como está, el 29% pide aprobar para luego ser reformada, el 33% busca que gane el Rechazo para que surja otro proceso constitucional y el 21% quiere mantener la Constitución de 1980. 

Pero la encuesta Cadem también tuvo preguntas referidas al anuncio del cierre de la Fundición Ventanas por parte de Codelco, donde un 44% apoya la medida y un 45% esta en contra. En esta línea, el 21% considera que el cierre debe ser inmediato y el 70% piensa que debe tener un carácter paulatino.

Notas relacionadas







Del fin de los pitutos a la pitutocracia

Del fin de los pitutos a la pitutocracia

Quizás el problema nunca fue el pituto en sí, sino quién lo ejercía. Porque al final del día, el Estado no se transformó en un espacio más transparente, más justo o más meritocrático. Solo cambió de manos. Y con ello, cambió también el tono: menos pudor, más autoindulgencia y la persistente convicción de que el poder, cuando es propio, siempre está justificado.

Foto del Columnista Bárbara Bayolo Bárbara Bayolo