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16 de Abril de 2024

En la calle o en La Moneda: la reivindicación del “octubrismo” y el llamado a los movimientos sociales que revivió las dos almas del Gobierno

Los dichos de los ministros Jara (PC), Marcel y Vallejo (PC) y del asesor comunista Juan Andrés Lagos en referencia a la movilización social tensionaron los ánimos y complicaron al Ejecutivo. En conversación con EL DÍNAMO, el ex ministro Marcos Barraza sostiene que "la movilización social respalda los propósitos del Gobierno. Hay que entenderla más bien como apoyo y fundamento para el Ejecutivo".

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Movilización social y octubrismo Marcha de la CUT en Valparaíso el pasado 11 de abril. AGENCIA UNO.
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“Al movimiento social le ha faltado una presencia más activa durante este período. Nuestro Gobierno tiene una alianza estratégica con el movimiento social y si hay algo que podemos hacer mejor, lo tenemos que corregir”.

Con esas palabras, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), reabrió el debate en torno a la relación entre la administración del presidente Gabriel Boric y la movilización social. Consultada por los dichos del presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), David Acuña ―quien planteó que “el Gobierno tiene que escuchar al movimiento social (…) fue el movimiento social el que los llevó a donde están parados”―, la secretaria de Estado aseguró que “el propio movimiento social también ha tenido una baja durante este periodo”.

“El movimiento social es autónomo del Gobierno. Cuando critica al Gobierno o a la oposición se hace desde su propia autonomía, de la cual nosotros somos respetuosos. Lo que tenemos que observar es qué podemos hacer mejor como Gobierno. Porque para nosotros es importante el rol que juegue el movimiento social dentro de la sociedad organizada para también dinamizar cambios“, agregó Jara.

A la titular del Trabajo se sumó, el domingo en CNN Chile, el ministro de Hacienda, Mario Marcel (ind). “La voz de los movimientos sociales tiene que estar presente. Para los procesos legislativos existen los espacios para que eso ocurra”, señaló.

Pocas horas después, la vocera de Gobierno, Camila Vallejo (PC), salió a respaldar a sus pares. En su tradicional comparecencia de los lunes, la ministra sostuvo que “el ejercicio de la política y de la construcción de la democracia implica también estar en permanente contacto con los territorios, con la calle, los barrios, las organizaciones de la sociedad civil. Por eso es tan importante mantener siempre ese equilibrio”.

“Cuando hablamos del rol de las organizaciones sociales lo hacemos pensando en la construcción de la democracia y en la manifestación pacífica de voluntades y propuestas. No podemos aceptar que en el discurso público se asocie organización social o manifestación social a delincuencia, porque no son lo mismo”, agregó Vallejo.

La secretaria general de Gobierno recalcó que “nosotros somos de una línea en ese sentido, desde el primer momento. Porque muchos que componen el Gobierno, partiendo por el presidente de la República, vienen de la organización social. Entendemos perfectamente el rol que tienen para empujar cambios que son a beneficio del pueblo, de la gente y de nuestro país. Vamos a seguir trabajando en esa línea. Estando en la oficina, en el Palacio, en el Congreso, pero también estando con las organizaciones sociales”.

Camila Vallejo y movilización social.
“No podemos aceptar que en el discurso público se asocie organización social o manifestación social a delincuencia”, sostuvo Camila Vallejo. AGENCIA UNO.

“La gente está cansada de eso”: los dardos del empresariado y la oposición

Las respuestas a los llamados del Gobierno a los movimientos sociales no tardaron en llegar. En Radio Infinita, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC)Ricardo Mewes, comentó que “llama la atención que la ministra invite al mundo social a hacer mayor presión. Nos parece que las instancias son institucionales y están funcionando”.

“Ese llamado a hacer más presión social significa estar más en la calle. Hoy la gente está cansada, requiere soluciones, y esas soluciones se dan en el Congreso. Las instancias formales nos debieran llevar a solucionarle los problemas a la gente”, dijo.

Mewes rechazó que se esté “incentivando y motivando estar, por una parte, en las conversaciones con el empresariado e incluso con las centrales sindicales, en el ámbito formal, y por otro lado estar haciendo presión en la calle. No veo que eso conduzca a nada concreto, al contrario”.

En tanto, el jefe de bancada de los diputados de Evópoli, Jorge Guzmán, comentó en CNN Chile que “este Gobierno insiste en hacer llamado al movimiento social en temas que a ellos parece que le convienen. Pero me gustaría ver cómo resuelven con el movimiento social los problemas de seguridad que tiene Chile, los problemas de no crecimiento, la falta de empleo”.

Desde el oficialismo, también existió resistencia e incluso crítica a los llamados a mayor movilización social. En conversación con Emol, el secretario general del Partido Socialista, Camilo Escalona, expresó que “en el ámbito político uno es fuerza de Gobierno. Y si es de Gobierno, no puede ser oposición y Gobierno a la vez“.

“Uno no puede andar en una marcha tratando de echar abajo las medidas que el Gobierno toma. Porque si uno tomó la responsabilidad de ser un partido de Gobierno tiene que asumir esa responsabilidad en plenitud. Sin embargo, al mismo tiempo, la participación social es necesaria”, dijo el militante PS.

El flanco sobre el “octubrismo” que abrió Juan Andrés Lagos (PC)

“¿Quién es el octubrismo? Es el pueblo. Es el pueblo en las calles. Entonces, la élite, no solamente la derecha, otros sectores de la élite, también le tienen pánico al pueblo en las calles“. Así aseguró el asesor de la Subsecretaría del Interior, Juan Andrés Lagos (PC), en el programa Analizando la semana política que semana a semana se transmite a través de YouTube.

Lagos, quien es un importante militante del Partido Comunista y actualmente elabora minutas de contingencia para Interior, añadió que “se olvidan de que el octubrismo fue el que logró, entre otras cosas, que Andrónico Luksic y compañía en algún momento, en medio del estallido social, dijeran Oh, nos vamos a tener que meter la mano al bolsillo. Vamos a tener que pensar en poner el salario mínimo en nuestras empresas en 500 lucas. Sin octubrismo, sin millones en las calles, jamás Luksic hubiera siquiera pensado en eso”.

El asesor comunista instó “a quienes no se han incorporado a esta tremenda vocación de movilización social, democrática, transformadora, a entender que las puertas están, sin duda, abiertas para esa participación”.

Luego de que esas declaraciones se viralizaran, los diputados de Renovación Nacional, Jorge Durán, Mauro González y Carla Morales exigieron la salida inmediata de Lagos de su cargo en La Moneda.

“Lo que pasó en octubre de 2019 fue que un grupo de violentistas intentaron tomarse el país a cualquier costo. Y estas cosas no les gusta escucharlas, porque hoy están en el Gobierno quienes defendieron a esos grupos. Espero que el Gobierno le pida la renuncia al señor Juan Andrés Lagos, porque esto sólo entorpece aún más las relaciones con el Ejecutivo”, expresó González.

“El señor Lagos no puede seguir en su cargo después de estas declaraciones que enaltecen la violencia. No es lo que Chile necesita”, agregó.

En conversación con EL DÍNAMO, la secretaria general de la UDI, María José Hoffmann, criticó los dichos del miembro de la comisión política del PC. “Es grave que el señor Lagos insista en un llamado a la violencia. ¿Qué es el octubrismo para Chile sino fuego, violencia, intransigencia, falta de diálogo? Me parece que es muy grave, pero no me sorprende de un comunista como él”, enfatizó la ex diputada.

“Pero es aún más preocupante cuando la ministra Jeannette Jara lo toma en sus palabras, porque es una vuelta hacia atrás, hacia la violencia. ¿Pero a quién quiere escuchar la ministra? Porque sí ha habido muchos movimientos sociales que han querido colaborar”, remató.

Hoffmann fue más allá y deslizó que “probablemente muchos movimientos sociales estén contratados hoy día en el Gobierno. A lo mejor por eso no están en la calle. No lo sé, hay que definirlo. Pero a mí me parece grave ocupar un término que significa fuego y violencia, como es el octubrismo. Querer volver a eso, cuando se está gobernando, es una patudez del porte de un buque”.

“Reponer la movilización social”: la apuesta del PC en su Congreso Nacional

El sábado 13 de abril, en el salón de honor de la sede del Congreso en Santiago, los militantes del Partido Comunista (PC) se reunieron para iniciar su XXVII Congreso Nacional que tiene entre sus tareas elegir, en los próximos meses, al sucesor definitivo de Guillermo Teillier ―fallecido en agosto pasado― en la presidencia de la colectividad.

El encargado de abrir los fuegos fue el timonel comunista, Lautaro Carmona, quien en un encendido discurso cuestionó a los empresarios, instó a hacer reformas profundas al modelo y a “elevar la calidad de la gestión gubernamental”. Durante su alocución, sostuvo que “debemos hacernos cargo de la diversidad que existe en el movimiento social y tensar en el marco de este plan todos los esfuerzos de incidencia. Esto, en el movimiento ambiental, de trabajadores, feminista, poblacional, por la vivienda, estudiantil, de los usuarios, de quienes perviven con deudas”.

Lautaro Carmona y movilización social
“Un movimiento social desarticulado, sin organicidad y distante del mundo organizado, no es garantía de triunfo hacia el camino de transformaciones estructurales”, aseguró Lautaro Carmona. AGENCIA UNO.

“Un objetivo principal que debemos plantearnos es un área de movimientos sociales. Que el área se plantee como objetivo reconstruir la convergencia social tras los objetivos transformadores y reponer la movilización social. Siendo ésta, una tarea del conjunto del partido, en todas sus estructuras y frentes”, propuso Carmona en su intervención.

El líder del PC enfatizó que “la experiencia histórica demuestra que un movimiento social desarticulado, sin organicidad y distante del mundo organizado […], no es garantía de triunfo hacia el camino de transformaciones estructurales […]. Esta es una reflexión que debemos profundizar en el marco de nuestro debate congresal a la luz de lo vivido con la revuelta popular de 2019”.

Marcos Barraza (PC): “Las grandes transformaciones responden a la movilización social”

La visión del ex convencional constituyente Marcos Barraza (PC) es tajante. A su juicio, “las grandes transformaciones que Chile ha experimentado en materia de derechos sociales y justicia social, como la gratuidad en la educación superior o el derecho a voto de las mujeres, son consecuencia no solo de las capacidades de la institucionalidad de procesar esos derechos. En buena medida, responden a la movilización activa de las personas, las organizaciones sociales y los movimientos”.

“Eso es especialmente importante en un Gobierno como el nuestro, que tiene su origen en los movimientos sociales. Por lo mismo, reformas tan importantes como la del sistema de pensiones requieren, sin lugar a dudas, de respaldo y fundamento social. Eso se llama movilización social y no tiene nada de contradictorio con el Gobierno“, sostuvo el ex ministro de Desarrollo Social en conversación con EL DÍNAMO.

En ese sentido, Barraza explicó que cuando desde el Partido Comunista se alude a la movilización social “estamos planteando un elemento central de la democracia. La democracia no se entiende sin la expresión de la ciudadanía. Si no, sería algo meramente procedimental”.

Movilización social.
“No existe tal dualidad entre estar en la institucionalidad y estar en el movimiento social. Los comunistas participamos de la institucionalidad para transformarla, y con enfoque de derechos”, sostiene Barraza. AGENCIA UNO/Archivo.

Para el militante comunista sí es posible ser parte del Gobierno y llamar a la movilización social. “Esa es una dualidad que ha instalado la derecha. No existe tal dualidad. Es más, la derecha actúa con un cinismo insólito, porque respalda los paros de camioneros en el sur, impidiendo el suministro de alimentos y bienes básicos, y lo hace por intereses gremiales, no por los del país. Y eso no lo consideran pernicioso”.

“La democracia, en su esencia, contempla, también, la participación de la ciudadanía. Entonces, no existe tal dualidad entre estar en la institucionalidad y estar en el movimiento social. Los comunistas, en particular, participamos de la institucionalidad para transformarla, y con enfoque de derechos”, asegura.

Según Marcos Barraza, en este caso, “la movilización social respalda los propósitos del Gobierno. La situación política en el presente es de un obstruccionismo y una perturbación permanente de la agenda del Gobierno por parte de la derecha. Hay que entender la movilización social de este tiempo no en clave de interpelación al Gobierno, sino más bien de apoyo y fundamento para el Ejecutivo”.

“La movilización social ha sido demonizada por la derecha y ha sido el fundamento para grandes cambios en el país. Las razones que llevaron al estallido social se mantienen plenamente vigentes, desde el punto de vista de las injusticias, desigualdades y el hastío que genera el abuso y la corrupción. Esos elementos explican el descontento social, y mientras eso no se resuelva, las tensiones van a seguir ocasionándose. Por eso es importante construir un escenario que supere el obstruccionismo de la derecha”, planteó.

Barraza remarcó que no existe un vínculo entre la movilización social y la violencia: “El movimiento social, en esencia, es pacífico. Esa es una construcción falaz y mentirosa que hace la derecha. Las movilizaciones del estallido fueron principal y mayoritariamente pacíficas. Las grandes marchas son pacíficas, porque conectan con el espíritu de transformación pacífico que tiene la ciudadanía. En eso no hay ningún misterio”.

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