María José Hoffmann fue una pieza clave en la negociación parlamentaria de Chile Vamos; no sólo como candidata al Senado en Valparaíso, sino que también en su rol de vicepresidenta y delegada electoral de la UDI.
Hoffmann, de hecho, fue una de las voces más insistentes en la necesidad de que Chile Vamos y el Partido Republicano acordaran una lista unitaria, posibilidad que fue rápidamente desechada por los republicanos.
En entrevista con EL DÍNAMO, Hoffmann lamenta el desenlace de las negociaciones, apunta a la “frivolidad” con la que se ha manejado la derecha en el contexto de la eterna disputa por la hegemonía del sector y cuestiona a los liderazgos de Chile Vamos que se han descolgado de la candidatura de Evelyn Matthei para desembarcar en el proyecto liderado por José Antonio Kast.
“Perdimos la oportunidad histórica de tener una lista común“
—La senatorial de Valparaíso asoma como la más competitiva de esta parlamentaria, ¿cuáles son las expectativas de Chile Vamos en la zona?
—Nosotros estamos jugados por construir una mayoría en el Senado, que va a ser clave para el próximo gobierno. Por eso decidí ser candidata en una lista muy competitiva. Nadie se está protegido, porque sabemos que el único camino para lograr esa mayoría es la competencia.
En mi caso, haber sido candidata a gobernadora me da una ventaja de haber podido conocer en detalle los problemas de la región. Eso es algo muy difícil de adquirir y creo que es una ventaja importante. Pero en el fondo se da algo que no se da en ninguna otra región y es que es la única donde la derecha puede pasar de dos a tres senadores. La única. Por lo tanto, esta va a ser la niña bonita de las próximas elecciones senatoriales.
—La gran novedad es Arturo Squella que competirá en la región, ¿amenaza sus posibilidades que Republicanos lleven una carta fuerte y, a la vez, ir divididos?
—Habría sido mucho más virtuosa una lista única para el objetivo en nuestra región y en todas las otras regiones, pero nosotros estamos apostando que la lista más competitiva es la de Chile Vamos.
En el caso del Partido Republicano, salvo la figura de Arturo Squella, el resto, entre figuras que no son de la región y que no son tan conocidos, la verdad es que el más fuerte de la lista es él. Distinto hubiese sido si Rodolfo Carter hubiese ido en esa lista donde hay competencia. Pero entiendo que se privilegió de alguna forma resguardar el cupo de Arturo Squella y eso es parte de las decisiones del partido.
Nosotros en la lista de Chile Vamos tenemos cuatro grandes figuras muy potentes: los diputados en ejercicio, que han hecho un gran trabajo territorial, como son los diputados Longton y Flores; una ex core primera mayoría y gobernadora como es mi compañera de lista, María Paz Santelices; y también Demócratas aporta un exdiputado de muy buenas votaciones, Daniel Verdessi. Es por lejos la lista más competitiva y por eso nosotros aspiramos a sacar dos senadores.
—El oficialismo también lleva un elenco de candidatos bastante fuerte y no tienen competencia fuerte en su misma vereda…
—Efectivamente la lista de la izquierda es muy competitiva y nosotros creemos que ellos también pueden sacar dos senadores, de eso no hay duda; la duda está en el quinto. El quinto que hoy día es de izquierda, es lo que nosotros aspiramos que sea de derecha.
Chile Vamos tiene una lista tanto o más competitiva como la de la izquierda. Yo no estoy desconociendo que ellos puedan sacar dos, pero tres es imposible.
—Finalmente no se logró la lista unitaria que la UDI pidió, ¿qué tanto afecta a las posibilidades de la oposición de lograr una mayoría parlamentaria ir divididos a la elección?
—Yo creo que perdimos la oportunidad histórica de tener una lista común. La disputa por la hegemonía de la derecha es de una frivolidad insoportable, frente a los verdaderos desafíos de ser gobierno. No tengo ninguna duda de que vamos a estar gobernando en unos meses más, por lo tanto el esfuerzo por haber ido juntos era muy virtuoso en consideración de tener un gobierno encabezado por Evelyn Matthei o José Antonio Kast.
Pienso que perdimos otra oportunidad tal como la perdimos en el Consejo Constitucional, en la elección municipal el año pasado o si hubiésemos tenido una primaria presidencial. Son pequeñas fallas que se van acumulando y que va mermando la capacidad de gobernabilidad que debemos exhibir.
—Esa falta de visión común ¿se debe a la intención del Partido Republicano de ser la fuerza hegemónica de la derecha y reemplazar a Chile Vamos?
—Las aspiraciones de los partidos siempre son legítimas, pero cuando estamos en una situación de emergencia, con un gobierno con este nivel de despilfarro, de inoperancia, e ineptitud, creo que vale la pena dejar de lado las legítimas aspiraciones de los distintos proyectos políticos.
A mí me parece que la cultura de coalición que tenemos que construir para poder gobernar es mucho más relevante que sacar un diputado más o un diputado menos. Esa mirada cortoplacista nos condena a mantenernos siempre en la oposición y a no gobernar con nuestras ideas.
Nosotros hemos aprendido la lección de lo que fue la disputa hegemónica que nos mantuvo lejos del poder por 20 años, hasta que ganamos la elección con el presidente Piñera. Por lo tanto, yo espero que ante la posibilidad cierta que (los republicanos) tienen de incluso gobernar, entiendan la responsabilidad de que lo que vale es un proyecto común; una oposición que ofrezca gobernabilidad más que un diputado más.
—Se lograron pactos por omisión en dos de las cuatro regiones en las que se aspiraba; Atacama y Tarapacá quedaron fuera. ¿Qué pasó en esos casos?
—Creo que la que está en mayor riesgo es la región de Atacama, con las figuras fuertes que tiene la izquierda. Por supuesto que siempre hay que valorar la disposición que hubo, aunque no hayamos logrado el objetivo final, que era ir unidos en todo Chile.
Pero tendrán que hacerse cargo los responsables de no haber querido someterse a procesos justos, procesos de encuesta o mecanismos de equilibrio. Si perdemos un senador, tendrán que hacerse cargo quienes no quisieron someterse a procesos justos.
—En Atacama el conflicto era entre RN y el Partido Republicano. ¿Quiénes son los responsables que usted menciona?
—La lista de Chile Vamos es mucho más fuerte, la medimos con encuestas. Ahí está el actual senador de la región, Rafael Prohens. También en esa lista está el candidato a gobernador, Nicolás Noman de la UDI, que perdió con un 45% el año pasado, y se suma también a esta lista un exdiputado de la zona, que es Giovanni Calderón. Esa lista es objetivamente mucho más fuerte que la lista republicana.
Por lo tanto, el gesto que debía ser recompensado o equilibrado en otra región, debería haber sido precisamente de la lista más débil de la región de Atacama. Es por un tema de responsabilidad, no es por un tema personal. De hecho, nosotros nos omitimos en Aysén teniendo una senador en ejercicio.
Hoffmann: “Evelyn Matthei va a repuntar en las encuestas”
—¿Afecta a las pretensiones parlamentarias de la coalición que Evelyn Matthei no se vea en las encuestas competitiva en la primera vuelta?
—La lista de Chile Vamos es mucho más que una marca y eso es independiente del paraguas presidencial. En mi experiencia, creo que debería primar el trabajo territorial de líderes que llevan un buen rato trabajando en sus distritos y regiones.
En segundo lugar, nosotros creemos que se está incubando un cansancio respecto de la polarización. Hay mucha gente que va a votar por Evelyn Matthei pero que todavía no se atreve a decirlo. Es la única que sigue recibiendo un apoyo transversal en medio de toda esta polarización y por lo tanto estamos convencidos que no solamente va a repuntar las encuestas sino que sigue siendo la mejor candidata.
—Pero Matthei ya lleva rato estancada, ¿en qué se basa esa expectativa que tienen?
El escenario está absolutamente abierto. Si miras las encuestas presidenciales, los números son insólitos. Lo más relevante es lo que viene ahora, que son estos tres meses que definen el resultado de la elección.
Vienen los debates, vienen las franjas, vienen los chascarros, y estamos en un marco donde hoy día la subida y la bajada de los candidatos está más bien dominada por los errores que por los aciertos. Esto es porque hay un mayor voto volátil y por lo tanto está todo por pasar, la elección está 100% abierta.
—Miguel Mellado renunció ayer a RN para apoyar a José Antonio Kast. ¿Qué tanto afecta a la campaña estos descuelgues?
—La lealtad en política es un valor bastante escaso en la política. Y en este caso puntual, entiendo que es más bien un castigo hacia su partido por no haberle llevado a la candidatura al Senado. De todas formas, es bastante inaceptable. Ahí veo falta de convicciones políticas y la falta de lealtad, lo que es cierto que ha sido uno de los problemas que ha tenido la campaña de Evelyn Matthei.
—Los descuelgues se concentran en Renovación Nacional: está Kusanovic, Carlos Larraín, ahora Mellado. ¿Molesta en la UDI ver estas actitudes de forma tan reiterativa en sus aliados?
—Uno tiene que hacerse cargo de sus propios actos y nosotros hemos tenido un trabajo muy estrecho con nuestra bancada y con nuestros candidatos.
Las elecciones pasan, las lealtades y las convicciones son las que quedan. Y claro, no es una situación muy cómoda, pero la verdad es que yo al menos por parte de la dirigencia (de RN) he visto un compromiso total y eso me deja más tranquila. Espero que sean capaces de ejercer el liderazgo que corresponde. Aquí nadie puede sentirse obligado, pero este es un acuerdo ratificado por unanimidad en nuestros consejos generales y las palabras deben respetarse.
—¿Esperan que desde la directiva que encabeza Rodrigo Galilea se tenga una mayor conducción, por ejemplo, para contener estas fugas o de la manera en que se dan?
—No me corresponde a mí pronunciarme sobre cómo se resuelven los problemas internos en Renovación Nacional. Eso hay que preguntárselo a ellos.
—Pero me imagino que causa incomodidad que todos los descuelgues vengan de un partido, cuando la candidata es UDI…
Sí, genera una incomodidad porque somos un equipo, porque somos una coalición que aspira a tener esa cultura de coalición que construimos en el gobierno del presidente Piñera y esto es inédito. Pero la verdad es que yo al menos veo el esfuerzo por parte de la dirigencia. Y repito: no me corresponde opinar sobre las decisiones o las sanciones que ellos puedan tomar eventualmente.
—En caso de que su candidata no pase a segunda vuelta, ¿la UDI va a apoyar al candidato de oposición que pase?
—Absolutamente, de eso que nadie tenga ninguna duda, como lo hemos hecho siempre. Me tocó acompañar a José Antonio Kast en 2017 a recorrer Chile, me tocó trabajar por José Antonio en el 2021 en segunda vuelta con Boric.
Desde la UDI no hay ninguna duda de que vamos a estar muy firmes en segunda vuelta con quien gane. Ahora, nosotros creemos y aspiramos a que sea Evelyn Matthei, pero el valor de la lealtad para la UDI es algo fundamental. No se tranza.