Primero fue la “campaña sucia”, luego las críticas a la propuesta “Chao Préstamo” y ahora el cuestionamiento a la capacidad de dar gobernabilidad. En distintos momentos, el comando de Evelyn Matthei —y en ocasiones la misma candidata— ha salido a cuestionar propuestas, posiciones y la forma de hacer campaña del abanderado republicano, José Antonio Kast.
La estrategia, sin embargo, ha sido vacilante.
Cuando Matthei anunció una denuncia por la campaña sucia de cuentas troll de redes sociales, varios dirigentes de Chile Vamos advirtieron que la judicialización de la carrera presidencial no era el camino.
Luego, tras las críticas a la propuesta de Kast de modificar la reciente propuesta de pensiones, figuras como Eduardo Cretton, vicepresidente de la UDI, se mostraron a favor de la medida que contiene el programa presidencial del abanderado republicano.
Y ahora, tras los sucesivos cuestionamientos a la gobernabilidad que le podría dar al país un eventual gobierno de Kast el panorama parece ser similar.
Si bien el relato de que sólo Matthei puede garantizar un clima de gobernabilidad estaba siendo promovido hace un par de semanas, el mensaje resonó con más fuerza tras una entrevista concedida por el esposo de la candidata, Jorge Desormeaux, quien también es ex vicepresidente del Banco Central.
“Vamos a tener menos paz social en un eventual gobierno de Kast que en un gobierno de Evelyn Matthei. Es el enemigo ideal para la gente de extrema izquierda”, dijo Desormeaux en diálogo con La Tercera.
La división en Chile Vamos
El coordinador político de Matthei, Juan Antonio Coloma (UDI), salió este lunes a reforzar la línea apuntando a que “el país necesita estabilidad, tranquilidad y reglas claras. Y para eso necesitamos políticas que vayan en esa línea (…) Plantear una cosa abrupta puede generar, obviamente, una mayor inquietud. Y por eso las cosas hay que hacerlas de la forma más razonable posible”.
Las palabras de Coloma iban dirigidas a la propuesta de reducción del gasto fiscal de US$6.000 millones en 10 meses. Matthei, en cambio, propone US$2.000 por año hasta llegar a los US$8.000 al término de su mandato.
En ese sentido, Coloma —en diálogo con radio Agricultura— apuntó a que el camino correcto es “hacer una cosa gradual” en términos de política de recorte fiscal.
La estrategia del comando, no obstante, es resistida por sectores de Chile Vamos. En la alianza ven como problemático “aportillar” constantemente la campaña de Kast, sobre todo al considerar que ya muchos ven como un hecho que será él quien represente a la oposición en segunda vuelta.
“El adversario está en otro lado y ese ha sido otro gran error: salen las propuestas económicas de Kast y Jara al mismo tiempo. ¿Y qué hacen los representantes nuestros (Chile Vamos)? Salen a pegarle a la propuesta de Kast y de la de Jara no se acordaron. A mí me gustaría escuchar a los cerebros detrás de nuestras propuesta económicas salir a emplazar a la propuesta de la candidata del Partido Comunista”, cuestionó el alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN) en conversación con Radio Infinita.
En el comando de Matthei no esconden que Kast es el rival de cara a la primera vuelta de noviembre. El análisis es que sólo una carta de derecha pasará a segunda vuelta y es ese el espacio que debe pelear la abanderada de centro derecha.
“Para la primera vuelta claramente Kast es nuestro adversario electoral“, dijo a principios de agosto Ximena Ossandón, integrante del comité político del comando de Matthei.
Las falencias del método Matthei
Para Claudio Alvarado, director del IES, el problema de Matthei no es la diferenciación con Kast o hablarle a la derecha tradicional, como lo quiso hace unos meses, sino que falla en su intento de hablarle a las grandes mayorías.
“Esta división estratégica, narrativa, de énfasis, si uno mira la historia larga de este año, desde el comienzo de 2025 hasta ahora, se ha repetido y hay momentos en que predomina uno u otro énfasis, pero sin lograr resolver lo que era el desafío de esta campaña, que era hablar a las grandes mayorías”, dice el investigador.
Y añade: “No era sensato intentar pasar a Kast por la derecha, hablando de la pena de muerte, metiéndose en cuestiones totalmente innecesarias vinculadas a la historia reciente, porque eso no le rentó a Evelyn Matthei. Y ahora tampoco lo es hablarle al centro y tratar a Kast de extremo”.
Otro problema que ve Alvarado en el relato es que la mayor gobernabilidad que dice tener Matthei, no ha sido demostrada en la campaña.
“Gran parte de los problemas que ha tenido la candidatura de Evelyn Matthei es que justamente no ha encarnado, no al menos de modo suficiente, esa mayor gobernabilidad, esa capacidad de trabajar en equipo”, apunta el director del IES.
“Hay un desorden que se ha mostrado en la campaña, que no colabora mucho con ese mensaje, que es sensato en abstracto, pero no es necesariamente algo que se logre transmitir por el solo hecho de decirlo”, sentencia.