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Juan Sutil tras el triunfo de Kast: “El desafío es cumplir con las promesas de campaña”

El expresidente de la CPC dice estar optimista respecto al próximo Gobierno, aunque ve algunos elementos en los cuales habrá que poner atención: las expectativas en materia de seguridad y crecimiento, pero también el rol de la futura oposición. Respecto del momento que vive Chile, es claro: “La Presidenta Bachelet es la gran responsable del estancamiento del país, de los problemas que hoy tenemos”.

Juan Sutil vivió el fin de la carrera presidencial con contrastes. En las elecciones de primera vuelta acompañó a la excandidata Evelyn Matthei en la espera de los resultados. Juntos vieron cómo terminó su más reciente aventura política, la que los tuvo trabajando por cuatro meses. Sutil dice que los resultados le sorprendieron de manera negativa, que esperaba más. De ahí vinieron los apoyos a José Antonio Kast y las reuniones con su equipo, pero las colaboraciones quedaron hasta ahí. El 14 de diciembre esperó los resultados alejado del ruido de campaña, en su casa en Zapallar, con su familia. A las seis y media de la tarde prendió la TV. Menos de una hora después, el resultado estaba claro y los motivos de celebración, también. Había ganado el candidato de su preferencia en segunda vuelta.

—Usted entregó su apoyo a José Antonio Kast, ¿pero, cómo se manifestó eso en la práctica? Porque no trabajó en su comando…
“Trabajé dentro del ámbito de una persona común y corriente
en beneficio de que José Antonio Kast pudiera tener, ojalá, el triun-fo que tuvo y me parece muy bien por Chile que así haya sido”.

—¿Cuál es ese ámbito de “persona común y corriente”?
“Uno tiene incidencia en la gente que trabaja con uno, tiene incidencia en los gremios, en algunas personas con las que nos tocó interactuar respecto de la candidatura de Evelyn Matthei. Yo dije desde el primer momento que no me perdía un minuto en que mi candidata era ella, pero, si no llegaba, en segunda vuelta mi candidato era José Antonio Kast”.

—¿Cuál es su estado de ánimo actualmente?
“Positivo, porque se está configurando un discurso que a mí me parece que es el correcto. Primero, un discurso de unidad nacional más amplio que solo el Partido Republicano, lo que es muy importante para poder gobernar bien. Segundo, se está tomando el triunfo con bastante pragmatismo y humildad. Tercero, en los temas de fondo estamos bastante de acuerdo. Las grandes diferencias (entre Matthei y Kast) más bien eran de forma. En materia de seguridad, crecimiento económico, la necesidad de mejorar la educación, la salud, la probidad, la modernización del Estado, no había grandes diferencias. Por lo tanto, a mí también me representa Kast y mi estado de ánimo, desde el punto de vista personal y empresarial, es positivo. Nos da una ventana para que Chile pueda, de alguna forma, volver a ponerse en marcha. Por ende, haré todo lo que esté en mí po-der para colaborar para que a este gobierno le vaya bien”.

—¿Qué tan distinto es un país con José Antonio Kast como presidente versus lo que pudo ser con Evelyn Matthei?
“Lo que representaba a Chile Vamos, y que lideraba Evelyn Matthei, era que se podían lograr acuerdos más amplios para gobernar mejor. Ahora, cuando uno va observando lo que ocurrió el domingo 14, el lunes 15, el martes 16, es obvio que el Presidente electo buscará el apoyo de una coalición mucho más amplia. Esa, en mi opinión, es la buena noticia. Vamos a requerir de esfuerzos importantes para construir las mayorías y poder gobernar mejor. Hay diferencias en los estilos, pero en los temas de fondo hay bastante similitud”.

—¿Existe el riesgo de las sobreexpectativas en torno al futuro gobierno de Kast?
“Efectivamente, ahí hay un punto porque —básicamente en materia de migración y seguridad— el desafío será poder cumplir con algunas de las propuestas de la campaña. Es muy importante que se haga un esfuerzo muy grande en cumplir esas expectativas. Que la regulación permita y los acuerdos permitan poder avanzar decididamente en los temas de migración y seguridad.

—¿Lo dice por cómo quedó conformado el Congreso?
“Sí, porque hay algunas materias administrativas que no tengo ninguna duda que el futuro gobierno va a tomar, pero hay otras que son legislativas, y ahí hay que construir mayorías. Es lo mismo que pasó durante los gobiernos del Presidente Piñera, incluso en el gobierno de la Presidenta Bachelet, que dicho sea de paso es la gran responsable del estancamiento del país, de los problemas que hoy día tenemos. En los últimos dos gobiernos, hubo cero posibilidades de avanzar en materia de seguridad. Cero. Se rechazó la ley de terrorismo, de usurpaciones, la ley Naín Retamal. Entonces yo digo, ok, en el gobierno actual, si hay algo que uno pudiera destacar, es que se logró armar una agenda de seguridad relativamente consensuada y se apoyaron y se aprobaron todas las leyes de seguridad que hoy día nos permiten enfrentar los problemas que tenemos. Yo espero que eso se mantenga y que la oposición entienda que Chile tiene que avanzar para que podamos derrotar de alguna forma a la delincuencia, a las organizaciones criminales, al terrorismo que existe en el sur de Chile y también a la migración descontrolada”.

—El día de la segunda vuelta las reacciones gremiales se centraron en celebrar la legitimidad del proceso. Y la SNA, donde usted se ha desarrollado, fue la única que habló del rol de la oposición. ¿Es una preocupación en este minuto para usted?
“Por supuesto, porque hay diferentes tipos de oposiciones. Hay algunos que dicen que van a actuar en forma difícil, dura o violenta. Eso lo dijo el señor Artés, una minoría mínima, pero que puede generar un conflicto. Después hay personas que, en el pa-sado, en materia legislativa, actuaron de manera absolutamente incorrecta, con acusaciones constitucionales al Presidente Piñera. Después existió el proceso del 18 de octubre, donde hay sectores que avivaron la cueca o le echaron bencina al fuego. Entonces la pregunta es, ¿qué pasa con esa realidad? ¿La va a tener que enfrentar un gobierno de derecha o centro derecha? Es muy importante lo que está ocurriendo, que haya un amplio espectro que apoye a Kast. Porque en algún minuto puede pasar que alguien se atrinchere y ponga al gobierno en una situación compleja”.

—Usted dijo que su ánimo es positivo y que por lo tanto colaborará para que al Gobierno le vaya bien. ¿Hubiese cambiado eso si hubiésemos tenido una ganadora con un color político distinto?
“Yo creo, y lo he dicho públicamente antes, durante y des-pués, que lo que representa Jeanette Jara es un sistema que fracasó en el mundo entero”.

—¿Pero su ánimo colaborativo como empresario se hubiese visto afectado con Jeannette Jara como Presidenta?
“Una cosa es ser proactivo, colaborativo para que a Chile le vaya bien, contribuir con ideas, proyectos e inversiones, y otra cosa es dar la pelea como me tocó darla cuando estuve en la CPC durante tres años. El país estaba en una crisis. Había una crisis política, había una crisis social, había una crisis económica fruto de la pandemia, había una crisis sanitaria. Si hubiera sido electa Jeanette Jara y el Partido Comunista hubiese asumido el gobierno, yo hubiese tratado de colaborar en hacer una buena oposición a aquello, porque considero que lo que le hubiera ocurrido a Chile son cosas que lo hubieran destruido más que construido”.

—Hablando sobre ser oposición, estando en veredas políticamente diferentes usted llegó a un acuerdo como líder de la CPC en la ley de las 40 horas con el entonces Gobierno y con la excandidata presidencial Jeannette Jara. ¿Está arrepentido de haberle entregado su apoyo?
“A ver, lo primero es que el proyecto que se aprobó es muy distinto al que tenía el gobierno. Lo que se logró fue flexibilidad, adaptabilidad, demorar pausadamente su implementación. Se permitió mantener los turnos de 42 horas en la minería, se permitió mantener las condiciones actuales del transporte y los trabajadores del transporte. Con eso yo llegué a acuerdo con la Unión Nacional del Trabajo, donde estaba Alejandro Steiner como presidente, con Arturo Martínez, que era la Confederación de Trabajadores de Chile, y con la CAT, que es la Central Autónoma de Trabajadores, que está vinculada más bien al mundo del transporte. Y ese acuerdo permitió generar las bases para llegar a un acuerdo con el Gobierno. Esto fue trabajado en la Comisión del Trabajo, con una mayoría de la oposición en el Senado, donde el proyecto se perfeccionó. Yo no desconozco que esto tiene un mayor costo laboral, pero los países, en la medida en que se van desarrollando y creciendo, van avanzando en términos de menores horarios de trabajo. Finalmente, había una situación donde estaba el apruebo y rechazo del plebiscito y, en esa elección, las 40 horas también eran determinantes”.

—Volvamos a las elecciones, ¿cómo evalúa finalmente su trabajo en la campaña de Evelyn Matthei?
“Para ser honesto, primero yo llegué en un momento en que había una situación delicada, donde incluso las encuestas indicaban una cifra menor a la que finalmente se obtuvo. La labor que hice fue de ordenamiento, estructura, discusión estratégica, junto con la discusión política que aportaba Juan Antonio (Coloma). Segundo, aporté mis conocimientos estructurales. En el comité político había muchísimas personas y se redujo a un grupo más acotado para poder manejarlo mejor. Tercero, se estructuró de mejor forma la vocería y por lo tanto no hubo conflicto respecto a ese tema en los últimos cuatro meses de la campaña. Hubo una campaña en la que participó un montón de otra gente, se reforzó el área de comunicaciones, se reforzó el área estratégica, el área política. Yo creo que eso permitió llegar de mejor forma al final de la campaña. Ahora, debo reconocer, y lo he dicho, que yo esperaba algo más cercano a los 16 puntos. Hay que reconocer esa derrota y hay que entender las razones. Pero eso le corresponde a los analistas, a los partidos políticos. Yo simplemente fui un apoyo durante tres meses y medio o cuatro. Finalmente, la campaña no solo fue la de Evelyn Matthei, sino también la campaña parlamentaria que tuvo un resultado relativamente exitoso con más del 21% de los votos para Chile Vamos, Amarillos y Demócratas”.

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