Se suponía que el ya anciano líder de Black Sabbath sólo estaba cumpliendo con el rock & roll y que las otras máximas de quienes se dedican a ese negocio, el sexo y las drogas, eran una cosa del pasado.
El sexo, tal y como su esposa Sharon se encargaba de aclararlo en su realitie The Osbourne’s, era una práctica muy esporádica en su matrimonio dado el deterioro y cansancio existencial del rockero.
Las drogas y el alcohol, se suponía, estaban totalmente fuera de su organismo desde que se sometiera a un tratamiento de rehabilitación en los años 90.
Sin embargo, la leyenda del rock pesado, que visitará Chile en octubre junto a la formación original de Black Sabbath, sorprendió a todos al publicar una carta en su cuenta de Facebook en donde confesó que recayó en el consumo de drogas y alcohol durante un año y medio, y que lleva poco más de un mes “limpio”.
La carta, que definitivamente no es un manifiesto largo, ni complicado, puede ser leída íntegramente:
“Durante un año y medio he vuelto a consumir alcohol y drogas. Estaba en una etapa negra de mi vida y comencé a hacerle daño a la gente que más quiero, mi familia. Sin embargo, estoy muy feliz pues llevo 44 días sobrio.
Aclarando la situación, Sharon y yo no nos estamos divorciando. Simplemente estoy tratando de ser una mejor persona. Quiero ofrecerle una disculpa a Sharon, a mi familia, amigos y a mis compañeros de banda por esta conducta tan loca… y a mis fans.
Dios los bendiga, Ozzy”.
