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El impacto del cambio de hora en el reloj biológico infantil

En conversación con EL DÍNAMO, expertos explicaron cómo abordar la desregulación en niños ante el inminente cambio de horario.

El próximo cambio de hora en Chile será este sábado 6 de septiembre de 2025 a las 23:59 horas, cuando los relojes deben adelantarse una hora, pasando a las 01:00 del domingo 7, dando inicio al horario de verano.

Este ajuste se aplica a todo el país, excepto a la Región de Magallanes, la Antártica Chilena y Aysén, que mantendrán el horario de verano de forma permanente.

En ese sentido, y de acuerdo a los expertos, el cambio de hora de verano puede afectar significativamente a los niños, ya que altera sus rutinas de sueño y sus ritmos biológicos.

En conversación con EL DÍNAMO, el neurólogo del Hospital Clínico Universidad de Chile, Gabriel Adubidén, explicó que “biológicamente hablando nosotros también tenemos un reloj, es un reloj biológico que está en el centro de nuestro cerebro que se llama núcleo supraquiasmático y que ordena nuestras transiciones para el despertar y para el dormir para que funcione perfectamente y no despertemos con fatiga y no nos cueste conciliar mucho el sueño”.

“¿Qué pasa si ese reloj se desregula porque cambiamos el horario externo? Eso va a hacer que nosotros tengamos problemas de insomnio asociado y problemas de amanecer con mucha fatiga y con ganas de seguir durmiendo”, dijo Abudinén.

¿Cómo afecta el cambio de hora en los niños?

Cindy Villalón, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad UNIACC, explicó a EL DÍNAMO que es fundamental resguardar la salud mental de los niños frente al cambio de hora, ya que “un cambio en la rutina puede afectarlos y por eso se debe estar pendiente de su conducta y comportamiento”.

La psicóloga advirtió que señales como irritabilidad, llanto frecuente o cambios en el estado de ánimo pueden ser síntomas a considerar.

También enfatizó que se debe observar si hay alteraciones en el sueño como si “cuesta que se quede dormido, despierta en la madrugada, cuesta mucho levantarlo o, por el contrario, despierta con demasiada antelación”.

Villalón recalcó que estas alteraciones impactan directamente en el ámbito escolar ya que “este tipo de características afecta directamente la concentración de nuestros niños y, por ende, en su aprendizaje”.

Para prevenir estos efectos, recomendó ajustar las rutinas y fomentar hábitos saludables porque “debemos buscar cómo adecuamos las rutinas y, para ello, es fundamental que generemos hábitos saludables, como hacer ejercicio, mantener una buena hidratación y una nutrición balanceada”.

Recomendaciones para cuidar la rutina de sueño de los niños

  • Mantén una rutina consistente: Asegúrate de que las actividades como la cena, el baño y la lectura antes de dormir ocurran siempre en el mismo orden y entorno.
  • Evita pantallas antes de dormir: Apaga tablets, móviles o televisión al menos 1 hora antes de acostarse. La luz azul puede interferir con la producción de melatonina (la hormona del sueño).
  • Aprovecha la luz natural: Durante el día, especialmente por la mañana, expón a los niños a la luz solar. Esto ayuda a que su reloj biológico se sincronice con el nuevo horario.
  • Sé flexible y paciente: Es normal que durante los primeros días haya irritabilidad, somnolencia o dificultades para dormir. Mantén la calma y evita forzar el sueño si el niño está muy despierto.
  • Evita las siestas largas o tardías: Si el niño toma siestas, procura que no sean muy largas ni demasiado cerca de la hora de dormir.
  • Despiértalos a la misma hora todos los días: Aunque hayan dormido poco, mantener una hora fija para despertar ayuda a que se ajusten más rápido al nuevo ritmo.
  • Cuida la alimentación: Evita comidas pesadas o azucaradas justo antes de dormir. Cenar temprano y de forma ligera favorece un buen descanso.

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