Desprestigio de la política
Otro rasgo a analizar es la peculiar dicotomía de que muchos nos dicen que desprecian y rechazan la labor parlamentaria, pero evalúan de manera radicalmente distinta a sus parlamentarios. La razón es bastante obvia: La política se ve como una actividad hostil. Y los políticos nos encargamos de exacerbar dicha realidad, donde la confrontación y descalificación son una constante.
Columnista