Hasta hace algunos meses, se decía que los adolescentes no usaban Twitter y que nunca iban a hacerlo porque era demasiado público y porque había demasiados adultos.
Esa impresión se basaba en datos que mostraban que menos de uno de cada 10 adolescentes estaban usando Twitter al inicio.
Sin embargo, algo curioso comenzó a pasar: padres, abuelos, vecinos, amigos de los padres y otros comenzaron a contactarlos en Facebook, la red social favorita de muchos. De repente, ese espacio ya no era de los jóvenes solamente, así que muchos comenzaron a pasarse a Twitter, casi escondidos de la vista de todos.
Sigue leyendo…