Un grupo de investigadores de la Universidad de Grenoble en Francia, reunieron en tres jornadas a 70 estudiantes de ambos sexos para que jugaran durante veinte minutos videojuegos violentos y no violentos.
Luego, se les pidió que leyeran una historia sobre una situación de conflicto potencial, como por ejemplo un accidente de tránsito, e imaginaran la reacción de los protagonistas. Tras esto las reacciones sorprenden.
Y es que quienes habían manipulado el videojuego violento esperaban que los personajes adoptaran comportamientos hostiles; mientras que la reacción de quienes no habían interactuado con juegos violentos fue diametralmente distinta.
Asimismo, los estudiantes participaron en una competición con otro candidato y podían castigarse con impactos sonoros; el resultado fue que los de juegos violentos hacían más daño al resto.
“Este es el primer estudio del mundo que estudia de forma experimental los efectos a largo plazo de los videojuegos violentos”, subrayó Laurent Bègue, profesor de la Universidad Pierre Mendès-France de Grenoble.
Trabajos anteriores habían reportado que los juegos con mayor grado de violencia causan un aumento inmediato y de corta duración de la agresividad.
