Tras siete años desde su lanzamiento, la compañía japonesa Nintendo anunció ayer a través de su sitio en Japón el fin de la producción del Wii original. Así, la consola puesta a la venta entre noviembre y diciembre de 2006, y que significó una revolución al momento de ser lanzada, hoy se despide.
La consola Wii llegó a competir con las Xbox 360 y PS3 que Microsoft y Sony ya tenían en el mercado. Y lo hizo con mucha dignidad, sin muchas florituras gráficas pero con una idea genial que más tarde copiaría su competencia: los Wiimotes, que permitían dibujar en el aire los mismos movimientos que después replicaba el protagonista en la pantalla.
El nuevo método de control trajo decenas y decenas de juegos que no necesariamente estaban pensados para el público ‘tradicional’ de videojuegos, como los desarrollos para hacer ejercicio (Wii Fit o Wii Sports), de baile (Just Dance) o los entretenidos Mario Party o WarioWare.
De aquí en más, los esfuerzos de Nintendo estarán enfocados posicionar su más reciente consola, el Wii U, que hasta ahora no ha logrado obtener las ventas que se esperaban. El Wii U, que es compatible con los controles del Wii original, e incluso con sus juegos, intentará ser una opción atractiva con respecto a sus rivales, la PlayStation 4 y la Xbox One, ambas más poderosas en cuanto a gráficas.
