LG ha anunciado oficialmente su primer teléfono curvado, G Flex, con pantalla OLED de 6 pulgadas y un diseño muy similar al del LG G2, con botones traseros. Saldrá a la venta en noviembre en su país natal y su diseño no es lo único que sorprende. Además de una enorme batería, tiene una carcasa que se repara sola.
El LG G Flex cuenta con una pantalla OLED de 6 pulgadas, procesador Snapdragon 800 quad-core a 2.26 GHz, 2 GB de RAM, 32 GB de almacenamiento, cámara trasera de 13 megapíxeles y un peso de 177 gramos.
En cuanto al software, utiliza Android Jelly Bean 4.2 y cuenta con doble ventana para las aplicaciones y activación del terminal tocando la pantalla, al igual que ocurre con el LG G2.
A diferencia del Galaxy Round, la curvatura del LG G Flex es vertical y no horizontal, de manera que se ajusta a la cara del usuario mientras habla por teléfono, reduciendo la distancia de la boca al micrófono.