El capitán de la Selección Chilena, Claudio Bravo, hizo un alto en sus vacaciones para visitar a un pequeño amigo que permanece internado en el Hospital Luis Calvo Mackenna.
Se trata de Paulo César Alvarado, un niño de Calama de seis años que debe hacer frente a un tumor cerebral que ya le hizo perder la visión en uno de sus ojos y fanático del arquero de la Roja.
En la oportunidad, Bravo estuvo acompañado por su mujer y su hijo Mateo, además de entregarle una camiseta autografiada y firmar la casaquilla que vestía el pequeño.
Sin embargo, el diagnóstico no es de los mejores para Paulo César, ya que dado que los tratamientos convencionales no tuvieron el resultado esperado, deberá volver a su hogar en Calama, aunque su familia no pierde la esperanza que pueda ser tratado en el extranjero.
