Encierro y clases online: los efectos de la pandemia en la visión de los niños
El coronavirus transformó la rutina de muchos estudiantes, que pasan más del tiempo normal en una pantalla. El descanso y los controles preventivos son claves para evitar las secuelas.
Por Sebastián Dote
La pandemia del coronavirus forzó a un encierro obligatorio a los niños y adolescentes, trasladando sus clases al modo online y quedando aún más expuestos a las pantallas de computadores, tablets y celulares, las que dejan serias secuelas en su visión.
Los aparatos electrónicos que solían ser usados para la entretención pasaron a ser fundamentales para completar cursos y recibir instrucciones, con lo que sus horas frente a la luz y brillo artificial se multiplicaron.
Los oftalmólogos ya están registrando un aumento en las consultas por algunos problemas en la vista de los menores de edad, quienes sufren síntomas inmediatos de problemas que, de no ser controlados a tiempo, podrían generar daños permanentes.
El descanso y los controles permanentes son claves para evitar que las consecuencias sean graves y que la claridad de la visión permanezca por muchos años.
Los problemas de corto y largo plazo
El exceso de horas frente a la pantalla de un televisor, computador, celular o tablet genera algunas reacciones inmediata en los ojos de las personas, pero también algunos daños que se pueden formar desde la niñez y que se agravan con la adultez.
Pablo Altschwager, jefe de la unidad de oftalmología pediátrica y estrabismo de la Red UC Christus, explicó a EL DÍNAMO que una de las dificultades inmediatas que sufre la visión es la fatiga visual.
“Esta fatiga es causada principalmente por dos cosas. La primera es porque cuando estamos en una pantalla nuestros ojos hacen un esfuerzo para mirar en un punto en particular, mientras que la segunda es porque en esas circunstancias se pestañea poco, entonces hay mucha picazón y dificultades”, expresó.
El profesional agregó que al largo plazo se puede llegar a una miopía, la que se puede complicar aún más a medida en que aparece en niños más pequeños. “También se generan otras enfermedades visuales, como desprendimiento de retina, glaucoma y otras”, precisó.
Altschwager explicó además que el exceso de pantallas no es el único problema que afecta a la visión de los niños en la pandemia, ya que las horas de encierro sin la exposición a la luz natural es altamente perjudicial.
“La poca exposición al aire libre se asocia a la miopía. La luminosidad al aire libre es mayor y con eso se disminuye el crecimiento del globo ocular. No se trata de llegar y salir al sol sin ninguna protección, porque eso también es dañino, pero lo ideal sería tomarse un tiempo para estar afuera y aprovechar la luz natural”, explicó.
Las medidas preventivas
Un estudiante trabajando frente a su computador. (Foto: Agencia Uno)
La pandemia, el confinamiento y las clases online se transformaron en un verdadero desafío para los oftalmólogos, quienes ya están recibiendo en sus consultas las consecuencias, con la masiva llegada de niños con dificultades en su visión.
“Durante el último tiempo hemos visto un aumento en las consultas, especialmente por algunas molestias relacionadas con la fatiga y la picazón en los ojos“, contó Altschwager.
El especialista afirmó que en lo inmediato las personas -tanto menores como mayores de edad- pueden tomar algunas acciones preventivas, para disminuir el riesgo de secuelas graves frente a esta “nueva normalidad”.
Una de esas medidas es el llamado “20-20-20”, el que consiste en que cada 20 minutos una persona saque su vista de cualquier tipo de pantalla y por 20 segundos mire algo ubicado a 20 pies (cerca de seis metros). Esto implicará un descanso notable a la vista y permitirá reducir en desgaste.
“La idea es sacar la visión de todas las pantallas por esos 2o segundos, porque muchas veces pasa que alguien sale del computador por un rato y se va al celular”, enfatizó.
Otras acciones preventivas son el ajuste correcto del brillo de las pantallas y tener una visión al aire libre por al menos dos horas.
Altschwager explicó que gran parte de las clínicas oftalmológicas del país volvieron a la actividad con estrictas medidas de seguridad, por lo que es fundamental que las personas vuelvan a asistir a sus consultas periódicas. “Hay muchas dolencias donde el tiempo de tratamiento se pierde. Todos los niños a los cuatro años deberían tener un control preventivo, al igual que los mayores de 40 años”, aseveró.
