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24 de Febrero de 2014

[Fotos] La evolución tras los 70 años de la Central Los Quilos

A fines de los 30, Pedro Aguirre Cerda inició un plan de electrificación del país, a base de la utilización de la fuerza hidráulica, que incluyó la luz verde para esta central pasada ubicada en la cuenca del Río Aconcagua y que hoy sigue funcionando y entrega 39 MW a la generación del SIC.

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La Central Los Quilos cuya entrada en funcionamiento data del año 1943, destaca como la primera hidroeléctrica en construirse en la cuenca del Río Aconcagua (V Región). Su importancia no es menor, ya que además, este proyecto dio inicio a la construcción -en la misma zona de las comunas de San Esteban y Los Andes- de un total de seis centrales que hoy equivalen al consumo energético de 287.622 personas.

A fines de las década del 30, el panorama de la generación y distribución eléctrica estaba marcado por una suerte de crisis. La energía era distribuida a lo largo de Chile en casi su totalidad por las compañías Chilena de Electricidad Ltda., la Compañía General de Electricidad Industrial y la Compañía Austral de Electricidad, las que no daban abasto frente al consumo requerido por los hogares y empresas importantes como la de Ferrocarriles del Estado, tal como señala la publicación Progreso Hidroeléctrico de Chile.

En esa fecha las principales centrales hidroeléctricas de la Compañía Chilena de Electricidad, que abastecía a la zona central, la más rica de Chile, eran Florida, Maitenes y Queltehues, cuya energía se obtenía del Río Maipo; y sus principales centrales térmicas eran Mapocho y Laguna Verde.

En este escenario, el Gobierno de Pedro Aguirre Cerda echó a andar en 1939 un plan de electrificación del país, a base de la utilización de la fuerza motriz hidráulica, que incluyó la luz verde para la central de pasada Los Quilos.

La Minera Valparaíso fue la responsable de llevar adelante el desafío de levantar la Central Los Quilos, creando así una robusta industria de generación de electricidad. Para ello tuvo que construirse una casa de máquinas y operación, canales de conducción, estanques, a un costado de un Camino Internacional sin pavimentar y con el Río Aconcagua inmediato, apunta el libro“Huellas Fotográficas de Los Andes” de Abel Cortez.

Durante los casi tres años que demoró la construcción, atravesada por la II Guerra Mundial y sus restricciones, laboraron allí hasta 2.500 hombres y se consumieron 12.000 toneladas de cemento. Las junturas de la tubería fueron soldadas eléctricamente por obreros chilenos y los cables de control se hicieron en Chile porque no llegaron oportunamente los importados. También fue necesario emplear rieles usados en las torres de la línea de transmisión, por falta de perfiles.

Las condiciones naturales del país, en concreto su nutrido cuerpo de ríos, transformaron a la hidroelectricidad en la vía óptima para la obtención de energía. Así, la demanda de las industrias y de las ciudades que crecían sostenidamente, requirió de plantas de generación cada vez más grandes.

Tras más de medio siglo de trabajo esta central, hoy de propiedad de Colbún, goza de una salud óptima. Su jefe, el Ingeniero Civil Electricista de la USACH, Cesar Guerrero, destaca como trabajar en Los Quilos “ha sido una gran experiencia, especialmente por la importancia que tiene la central en la zona, por el respeto que se tiene a la central, al personal que allí labora y a su larga historia”.

Luego apunta que “además ha sido una experiencia enriquecedora considerando que tratándose de una instalación con tantos años de existencia debe ser mantenida y operada en una forma que permita que su vida útil sea prolongada, ejerciendo labores periódicas que la rejuvenezcan, aportando nueva tecnología a su operación”.

Modernización y experiencia

De cara a la evolución de esta construcción, Guerrero apunta por ejemplo como “el papel en el cual el operador registraba la generación diaria ha sido reemplazado por un computador y equipos que automáticamente registran la generación horaria, y permiten a nuestro personal catastrar y visualizar tendencias”.

En los 80, tras cuatro décadas de operación, la hidroeléctrica fue sometida a una mejora que motivó un aumento de capacidad, explica Guerrero y a renglón seguido señala que “hoy Los Quilos sigue entregando anualmente 39 MW a la generación del SIC y para ello mantiene sus instalaciones de forma acorde para prologar su vida útil”.

Actualmente esta central es la cabeza de un grupo de cinco que incluye a las centrales Blanco (60 MW, 1993); Juncal (29 MW, 1994); Juncalito (1 MW, 1994); Chacabuquito (29 MW, 2002) y Hornitos (55 MW, 2008) que operan en la misma cuenca del río Aconcagua y que entregan más de 200 MW como potencia instalada, lo que equivale a casi el 20% del consumo energético de la Región de Valparaíso.

Cesar Guerrero, quien lidera Los Quilos desde hace cinco años el conjunto de Centrales de Aconcagua de Colbún, no deja de mencionar la dimensión humana de su trabajo. “Ha sido una experiencia motivadora dado el alto nivel de personal que aquí labora y por la diversidad de profesiones que se desempeñan bajo mi mando. También es diverso el grupo etario de mi personal desde jóvenes que inician su vida laboral hasta personas que ya están en la etapa final de su trabajo y se enfrentan a dejar su puesto de trabajo”, comenta.

“Recibir el agradecimiento de esas personas que se han retirado después de cuatro décadas de trabajo en Los Quilos ha sido sumamente emotivo y conmovedor y me ha sensibilizado respecto a la visión que esas personas tuvieron durante su permanencia en nuestra empresa”, sentencia.

Mira la evolución de esta central:

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