El presidente de la Junta de Vecinos y del Club Rural de Llifén, José Pedro Villagrán, sostuvo que la situación en el lugar es muy compleja debido a que la ceniza volcánica que está acumulada en las praderas imposibilita que los animales puedan alimentarse, por lo que está provocando su muerte por inanición.
Villagrán criticó a las autoridades porque no han estado presentes en la zona, y asegura que todavía no han recibido el bono de sequía de $100.000 comprometido por el Gobierno para hacer frente a los daños que les ha provocado la escasez hídrica.
“Todavía no se termina del repartir el bono de verano de la sequía, así que está un poco complicado el tema, ya que a nuestra gente se le están muriendo los animales. También tenemos el tema del agua, porque hay sólo un camión repartiendo agua para todos los sectores”, señaló el dirigente a Bío Bío.
Villagrán detalló que se han tenido que sacrificar animales debido a que algunos han quedado ciegos producto de la gran cantidad de cenizas, y que además los fardos de alimento hoy tienen un valor más elevado por lo que es difícil hacer frente a la situación.
Ante esto, la alcaldesa de Futrono, Sara Jaramillo, confirmó la muerte de animales en el sector de Chabranco y aseguró que esa localidad es una de las más afectadas por las cenizas, junto con Hueinahue.
Frente a la muerte de los animales dijo que “hay una veterinaria haciendo un informe y claramente las cenizas fueron las que afectaron a los animales”, sostuvo la edil.
Además, aseguró que la situación es compleja ya que no saben qué efecto tendrán las futuras lluvias, porque la ceniza es similar a la arena y no hay claridad de si el agua ayudará a limpiar la zona.
Ante esta información, la seremi de Agricultura en Los Ríos, Claudia Lopetegui, descartó haber recibido una denuncia por muerte de animales, sosteniendo que como organismo han apurado la entrega de apoyo.
