Walter Palmer se convirtió de la noche a la mañana en uno de los hombres más odiados del mundo, luego que se descubriera que este dentista que trabaja en Minnepolis fue el cazador furtivo que asesinó a Cecil, el león más querido de Africa.
Y las ‘disculpas’ entregadas por Palmer solo sirvieron para incrementar el rechazo hacia su personas, al señalar que “no tenía idea que el león que cacé era conocido y tan amado. Tampoco que estaba siendo monitoreado para un estudio”.
Pero esta no es la primera vez que el dentista estadounidense se vale de su arco y flechas para cazar animales en peligro de extinción, ya que existen numerosas imágenes donde posa sonriente con leopardos, rinocentes y alces, entre otros.
Y tampoco es la primera vez que Walter Palmer tiene problemas con la ley por sus cacerías ilegales, ya que el 2008 enfrentó una denuncia del Servicio de Pesca y Vida Salvaje de EEUU por haber mentido sobre la ubicación real donde dio muerte un oso negro en Winsconsin, ante lo cual fue declarado culpable.




