Cuando Wesley tenía seis meses de edad empezó a tener problemas para cerrar su hocico. Así que Molly Moore, dueña del pequeño Golden lo llevó al veterinario para que fuera tratado.
Una vez ahí, el profesional -quien era su propio padre, Jim Moore- le dijo que él tenía solución para reparar los grandes dientes del cachorro. Le dijo que su perro necesitaba frenillos.
La operación fue bastante sencilla: le realizó una ortodoncia para que a futuro Wesley no sufriera y pudiera tener un correcto funcionamiento de su mandíbula. Previo a ello, Jim lo anestesió para que no sintiera ningún dolor.
Aquí, algunas fotos que subió la dueña del Golden a su Facebook y que se han viralizado en las redes:
