Secciones
Buen Dato

Restricción vehicular: las patentes que no pueden circular este lunes 17 de julio por la RM

La medida rige hasta las 21:00 de lunes a viernes en toda la provincia de Santiago.

La restricción vehicular es una medida impuesta por el Estado que tiene por objetivo reducir la contaminación en la Región Metropolitana y que este lunes 17 de julio también se aplica a los conductores.

Según el calendario establecido por el Ministerio de Transportes, esto rige entre las 07:30 y 21:00 de lunes a viernes, a excepción de los días festivos y el fin de semana.

Esta medida es para toda la provincia de Santiago, incluyendo las comunas de San Bernardo y Puente Alto y estará en vigencia hasta el próximo 31 de agosto.

Multas si no respeta la restricción vehicular

Las multas por no respetar la restricción vehicular van desde 1 a 1,5 UTM, lo que corresponde a la suma entre $62 mil y $97 mil, aproximadamente.

En tanto, la fiscalización en las calles está a cargo de Carabineros, inspectores municipales e inspectores del Programa del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.

Restricción vehicular, lunes 17 de julio en Santiago

De acuerdo al calendario de la restricción vehicular, no pueden circular este lunes 17 de julio los vehículos con placa patente terminada en los siguientes dígitos:

  • Vehículos catalíticos inscritos antes del 1 de septiembre del 2011: dígitos 2 y 3.
  • Vehículos no catalíticos, sin sello verde: dígitos 4, 5, 6 y 7.
  • Motos inscritas entre el 2002 y septiembre de 2010: dígitos 2 y 3.
  • Motos con año de fabricación anterior a 2002: dígitos 4, 5, 6 y 7.
  • Buses de transporte privado remunerado, interurbanos y rurales sin sello verde: dígitos 4, 5, 6 y 7.
  • Transporte de carga y similares sin sello verde: dígitos 4, 5, 6 y 7.

Junto a ello, los vehículos no catalíticos y sin sello verde, sumado a las motos con año de fabricación anterior al 2002, no pueden ingresar al anillo de Américo Vespucio.

Notas relacionadas











Vuélveme a querer

Vuélveme a querer

El extraño caso de Cristian Castro es, finalmente, el de un artista que perdió el centro, vagó por los bordes y regresó sin pedir permiso. No volvió a través de un hit nuevo ni de una estrategia de marketing: lo hizo mediante algo más simple y más raro -una autenticidad torpe, luminosa e irresistible, respaldada por una carrera que, vista desde hoy, nunca dejó de importar.

Foto del Columnista Mauricio Jürgensen Mauricio Jürgensen