Entre pillos y giles
La decisión de expropiar cien hectáreas en la Toma de San Antonio no es un desliz ni un error táctico, es la consecuencia natural de una convicción mal entendida, aquella que confunde sensibilidad social con permisividad, empatía con renuncia a la autoridad, y justicia con la arbitraria redistribución de costos hacia quienes sí siguieron las reglas.
Juan José Santa Cruz