En Papúa Nueva Guinea una joven acusada de ser bruja fue asesinada frente a una multitud en una de las localidades más grandes del país oceánico.
La madre de 22 años fue torturada con un instrumento de hierro, amarrada, salpicada con gasolina y posteriormente se le prendió fuego en una pila de basura, en Mount Hagen este miércoles.
La mujer fue acusada por una familia de haber usado magia negra para matar a su hijo, que falleció en un hospital a principios de semana.
La multitud ahuyentó a la policía que trató de intervenir en el incidente ocurrido en este país, en el que hay una extendida creencia en la brujería.