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Mitos y verdades para sobrevivir a un terrible periodo de "sequía sexual"

Existen algunas ideas erradas sobre la abstinencia voluntaria o obligada que es preciso aclarar.

“Tai verde, tení el pelaje opaco. Tai fea… parecí perra envenená”. Ese dialogo es parte de la historia “Todo es cancha”, de la película chilena El Chacotero Sentimental (1999), donde se retratan los problemas sexuales de una pareja que no puede tener intimidad por múltiples factores.

Efectivamente, existen miles de mujeres como el personaje interpretado por Tamara Acosta, que tienen miedos infundados sobre volver a la vida sexual activa luego de un periodo de abstinencia voluntaria y/o obligada por múltiples factores.

Según Odette Freundlich, directora del Centro Miintimidad, “muchas de mis pacientes me preguntan atemorizadas, ‘si se les habrá atrofiado o cerrado la vagina’ y otros prejuicios se les podrían haber generado en esta etapa de pausa o abstinencia sexual”.

Para la especialista, a menudo las mujeres que atraviesan una situación así, empiezan a cuestionarse si serán capaces de retomar su vida sexual sin consecuencias. Pero ¿cuáles son los cambios que se pueden producir después de un período de abstinencia sexual?

Freundlich explica que “la vagina es una cavidad virtual, hueca, elástica, que en reposo está plegada y durante la excitación, coito y parto se distiende”. Si durante un período de tiempo esta permanece plegada, no significa que se atrofiará ni cerrará, por lo tanto. Mitos y verdades para tener en cuenta:

  • No tiene porque producirse atrofia ni cierre de la vagina, por no tener relaciones sexuales por un período de tiempo
  • Es posible que otras mujeres necesiten más tiempo en el juego sexual, para mejorar la excitación y todos los cambios fisiológicos, que se producen en el área genital.
  • Otro factor importante pudiera ser la disminución de la lubricación natural, por tener pensamientos negativos, que la desconecten del momento actual, disminuyendo la excitación y la respuesta sexual.
  • Con la edad y la falta de hormonas, en especial el Estrógeno, se van produciendo cambios a nivel genital, como atrofia, falta de elasticidad de los tejidos, falta de lubricación, debilidad en los músculos del suelo pelviano y vagina.
  • Todos estos factores pueden incrementarse con un largo período de pausa sexual.
  • Las hormonas sexuales podrían disminuir por falta de práctica erótica, provocando un deseo sexual hipoactivo.
  • Algunas mujeres se sienten muy inseguras y nerviosas, frente al reinicio de la vida sexual.
  • Otras piensan que serán incapaces de disfrutar y llegar al orgasmo.
  • En algunos casos donde esta pausa sexual es involuntaria, se produce frustración, mal genio, depresión y ansiedad

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