Secciones
Mujer

Mujer denunció crudo caso de violencia intrafamiliar con mensaje en la tarea de su hijo

La víctima no podía salir a la calle sola, tener acceso a un teléfono y debió sufrir agresiones físicas e incluso vio como su marido le quemaba la cama como escarmiento.

Una mujer se valió de las tareas escolares de su hijo para poder denunciar el crudo caso de violencia intrafamiliar que sufría a manos de su marido en la localidad española de Benalmádena.

Y es que la protagonista de estos hechos no podía salir a la calle sola, tener acceso a redes sociales o usar el teléfono si su pareja no la autorizaba. Pero junto con ello, estaba la violencia física, representada por golpes, estrangulamiento e incluso prenderle fuego a la cama para intimidarla.

Es por ello que ante la inexistencia de amigos o conocidos para poder dar a conocer su situación, escondió un mensaje entre las labores escolares de su hijo con la esperanza de que alguien pudiera denunciar el hecho a la Policía Nacional.

Pero los ruegos de la mujer fueron escuchados, luego que la maestra de su retoño encontrara la nota y diera la alarma a las autoridades para poder detener al abusador, identificado como J.C.T. de 52 años, consignó ABC.

Para ello, se ideó una maniobra para no despechar sospechas en el marido de la víctima, por lo que fueron citados al colegio de su hijo, donde la mujer se entrevistó con un supuesto docente, quien en realidad era un policía encubierto, al que le ratificó todos los abusos que describió en su nota de auxilio, los cuales se sometían desde que llegaron a España desde su natal Uruguay.

Así, el hombre fue acusado de delito de malos tratos en el ámbito familiar y se instruyeron medidas restrictivas para que se acerque a la víctima.

Notas relacionadas







Entre pillos y giles

Entre pillos y giles

La decisión de expropiar cien hectáreas en la Toma de San Antonio no es un desliz ni un error táctico, es la consecuencia natural de una convicción mal entendida, aquella que confunde sensibilidad social con permisividad, empatía con renuncia a la autoridad, y justicia con la arbitraria redistribución de costos hacia quienes sí siguieron las reglas.

Foto del Columnista Juan José Santa Cruz Juan José Santa Cruz