El duelo de Universidad de Chile ante Corinthians en Copa Sudamericana marcó el regreso de uno de los axiomas más tradicionales del fútbol nacional: “Jugamos como nunca y perdimos como siempre”.
Es que el cuadro de Guillermo Hoyos se plantó con personalidad en el Arena Corinthians, controlando el balón gracias a una gran labor de Gonzalo Espinoza y Gustavo Lorenzetti, lo que hizo que se acercara con peligro al arco local en al menos un par de ocasiones.
Sin embargo, cuando el primer tiempo ya se iba, Johnny Herrera desvió en doble instancia un tiro de media distancia de manera espectacular, pero el rebote cayó en los pies de Rodriguinho, quien aprovechó que Jara y Vilches observaban en primera fila como anotó el 1-0.
En el complemento, Hoyos intentó tomar otra vez el protagonismo y decidió el ingreso de David Pizarro por Espinoza, lo que tuvo el efecto contrario, ya que la U perdió el equilibrio y vio como los locales anotaban el 2-0 con un golazo de Jadson desde fuera del área.
Mención aparte para la lamentable actuación de la hinchada azul, la cual protagonizó incidentes antes y durante el partido, enfrentándose a la policía y causando destrozos, por lo que fueron desalojados de las tribunas.
