El capitán de la selección de Argentina Lionel Messi no asistió a la premiación del tercer lugar de la Copa América, en una protesta a su expulsión durante el encuentro de consuelo ante Chile que se disputó durante este sábado en Sao Paulo.
Varios medios trasandinos informaron que tanto del delantero del FC Barcelona como el defensa Nicolás Otamendi se marginaron de la ceremonia de entrega de medallas en el Arena Corinthians.
Aquello fue refrendado por el propio atacante en la zona mixta, quien justificó su ausencia debido a los múltiples problemas vividos por su equipo, especialmente en la última parte del torneo. “Nosotros no tenemos que ser parte de esta corrupción y de esta falta de respeto que se nos hizo durante toda esta Copa”, expresó.
El enojo del “10” y de los hinchas Albicelestes se debe al enfrentamiento protagonizado con Gary Medel en el primer tiempo, el que el árbitro paraguayo Mario Díaz de Vivar sancionó con una tarjeta roja para ambos. Según los argentinos, Messi no era merecedor del castigo debido a que supuestamente no agredió al chileno.
Pero la molestia del rosarino con la organización de la Copa viene desde el encuentro por semifinales ante Brasil, donde su equipo cayó 2-0. Allí el jugador se quejó por el no uso del sistema de videoarbitraje (VAR) en dos posibles penales que habrían sido claves para el trámite del encuentro.
