El término permisología es un modismo que adoptaron el mercado y las autoridades para referirse al marco regulatorio chileno que debe atravesar un proyecto de inversión para llevarse a cabo. Este se ha vuelto un dolor de cabeza: plazos de tramitación de hasta más de una década, como el caso Dominga, son íconos en la materia.
Es algo que bien conoce el grupo Matte, controlador de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC) y de Colbún, entre otras firmas. El presidente de CMPC, y ex-timonel de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, ha sido “vocero” de lo que preocupa al sector empresarial.
Lo dijo recientemente en el foro de la Sofofa en el cual se convocó a los candidatos a La Moneda para responder la pregunta del millón: ¿cómo volver a crecer? “Les doy una referencia: en Brasil, nuestro competidor Arauco, gran empresa, está emprendiendo hoy día un proyecto de 5 mil millones de dólares. Desde el momento cero en que ingresó a tramitación ambiental hasta que inició su ejecución, pasaron 18 meses. Por lo tanto, cuando se habla de reformar el sistema de inversión de impacto ambiental para bajar los plazos en un 30 %, es totalmente insuficiente”, dijo ante la audiencia.
El presidente de CMPC incluso dio ejemplos: “En nuestro caso, estamos cambiando una cancha de acopio de madera dentro de la misma industria, de un lugar a otro, y el Consejo de Monumentos Nacionales nos está pidiendo hacer perforaciones en un lugar totalmente intervenido y pavimentado”.
Larraín Matte aseguró que el sistema de evaluación de impacto ambiental es “inhabilitante” para la inversión y que requiere una reingeniería profunda. “Nosotros también tenemos un proyecto de inversión en Brasil. Ingresamos a la evaluación ambiental y, probablemente, en 18 meses vamos a estar iniciando la construcción de otro proyecto de 5 mil millones de dólares, con estándares ambientales de los más altos del mundo. Por lo tanto, no hay ninguna contradicción entre tramitar ambientalmente un proyecto en 18 meses y elevar los estándares ambientales de ese proyecto”, agregó entonces.
La fórmula Pivotes
Sin soltar la posta, Larraín Matte fue el encargado de presentar los “motores” medioambientales propuestos por la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) en su propuesta programática para retomar el crecimiento, y ahí deslizó la idea que el think tank Pivotes, el laboratorio de políticas públicas que el empresario fundó en 2021, viene trabajando hace varios meses
La organización sumó a su equipo al ex director ejecutivo del SEA, Ignacio Toro, quien, en un trabajo a mano alzada, revisó cientos de antecedentes de proyectos de inversión. Lo anterior dio paso a la creación del Índice de Efectividad en la Evaluación Ambiental (IEFEA), que se publicará trimestralmente y que, en sus primeras conclusiones, indicó que la eficiencia del sistema cayó de un 76 % en el segundo trimestre de 2006 a apenas un 29 % en igual período de 2025, lo que representa una baja de 62 puntos porcentuales en dos décadas. Las cifras son preocupantes.
“Básicamente, lo que este índice busca es responder a una gran pregunta: ¿qué tan probable es que un titular de un proyecto de inversión grande —porque esto es solo para estudios de impacto ambiental, que son los proyectos más grandes en Chile— logre que su proyecto sea aprobado en plazos razonables de evaluación?”, explica el director de Incidencia de Pivotes a EL DÍNAMO, José Antonio Valenzuela.
Valenzuela añade que, mientras aumenta el número de proyectos sometidos a Estudios de Impacto Ambiental (EIA), la agilidad del sistema cae. “Los estudios de impacto ambiental se han puesto cada vez más sofisticados, más complejos, más caros. Entonces eso es corregible”, explica.
¿Qué proponen? Pivotes plantea —lo que también fue comentado por Larraín Matte en el encuentro Motores de la CPC— que exista una etapa de evaluación temprana, que permita determinar la factibilidad de los proyectos.
“Proponemos que se tomen ciertas decisiones tempranamente en el proceso de evaluación, que generen mayor certidumbre a los titulares. Una evaluación temprana. En primer lugar, que el proceso pueda iniciar un poco antes, en una etapa que hoy no existe, con información general, su ingeniería, perfil, y que permita ir delineando aspectos de la evaluación que hoy se postergan para el final”, detalla a EL DÍNAMO.
El profesional agrega que puede existir una planificación anticipada respecto a qué instituciones van a influir en las diferentes áreas y responder a preguntas tales como: ¿cuáles son los principales riesgos ambientales en los que se tiene que enfocar la evaluación?, ¿cuáles son las instituciones más relevantes para evaluarlos y mitigarlos?, ¿y si el territorio es compatible con los proyectos?
“Que funcione como un embudo, que es como estuvo diseñado el sistema en un principio y hoy no opera así. Algo parecido existe en Brasil, por ejemplo, donde entre 12 y 18 meses cuentas con una licencia de preinversión que define, a grandes rasgos, cuál es el proyecto que se va a hacer y qué características tiene. Luego de eso, se pasa al detalle, a la evaluación técnica”, detalla el director de Incidencia de Pivotes a EL DÍNAMO.
Pivotes publicará el índice trimestralmente, y esperan que este tipo de trabajos, tal como el que han hecho otros centros de estudio y gremios, contribuya a retomar el crecimiento económico.