Fue uno de los grandes escollos en los que se metió el gobierno a finales de 2015, cuando al intentar normar la gratuidad, una de las grandes promesas de campaña de la Presidenta Michelle Bachelet, primero lo intentaron realizar a través de un apartado de la ley de presupuestos, llamado glosa, la que fue impugnada en el Tribunal Constitucional precisamente porque, a juicio de la “tercera cámara”, discriminaba entre estudiantes igualmente vulnerables en distintas instituciones, donde los que cursaban estudios en las tradicionales iban a poder recibir beca y los que estaban en planteles privados no.
Finalmente se hizo a través de una ley corta, pero nuevamente volvió la discusión, al acercarse ya el 2017. Y en palabras del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, “hoy día, como está el Presupuesto, no tiene recursos para las universidades estatales en basales ni becas para educación superior”.
Esto, porque una de las partidas del presupuesto que no pasó la discusión legislativa fue la de educación, la que se discutirá nuevamente en el Poder Legislativo, pero las negociaciones y tratativas con los legisladores se extendieron por todo el fin de semana.
Parte del acuerdo al que se llegó con los legisladores de Chile Vamos considera varios puntos. Se contempla extender las Becas bicentenario, que hoy son exclusivas de planteles del Consejo de Rectores (CRUCh) y que se encargan del valor del arancel de referencia, a planteles privados. Se sumarán entonces 3 mil 500 becas, a las 7 mil que existían en este tipo específico de beneficio. Para los CFT e IP, la propuesta es que los centros que tengan cuatro años o más de acreditación, que no busquen lucro o que se hayan comprometido a modificar sus estatutos para ser sin fines de lucro, puedan optar a la gratuidad o a la beca Nuevo Milenio 3. Eso entre otras cosas.
La ministra de Educación, Adriana Delpiano, en tanto revisaba el proceso de la PSU, que comenzará en esta jornada, indicó según La Tercera que “éste es un tema que ha sido muy complejo, duro, porque efectivamente es un tema de optar no por lo mejor, sino que por el mal menor, respecto del fallo del Tribunal Constitucional (TC) del año pasado”.
Tampoco se refirió si es que cuentan o no con los votos necesarios para aprobar la glosa en el presupuesto, que considera la Gratuidad. “Los votos se saben exactamente cuando la gente vota. El Parlamento es otro poder del Estado. Ha habido conversaciones y esperamos que, efectivamente, podamos reponer la glosa 29 y 30, que no se han votado aún y se verán mañana (hoy) y en los próximos días”. Además, la ministra sentenció que “si la glosa va al TC, significa que en este país no se puede confiar en nadie”.
