Estudiantes vulnerables presentan un 18,9% más de riesgo de tener obesidad
La región con más obesidad en niños y niñas es Magallanes con un 30%.
Por Gabriela Romo
El estudio reveló que son los niños quienes más aumentaron su porcentaje de obesidad en relación al 2021. AGENCIA UNO/ ARCHIVO
El Mapa Nutricional 2022, realizado por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), reveló que tres de cada cinco estudiantes de 5° básico muestran prevalencia a la obesidad y obesidad severa y que los estudiantes más vulnerables presentan un 18,9% más de riesgo de tener obesidad.
Con la asistencia de diversas autoridades, el informe de la Junaeb reveló el perfil nutricional de estudiantes de prekínder, kínder, 1° básico, 5° básico y 1° medio de 7.257 establecimientos educacionales financiados por el Estado.
“Hemos trabajado por acompañar a las comunidades educativas y recoger información valiosa para la construcción de políticas públicas que fomenten el derecho a la vida saludable. El Mapa Nutricional es un insumo que nos permite ocuparnos de fortalecer la alimentación adecuada para niñas, niños y jóvenes en el país”, dijo la directora nacional de Juaneb, Camila Rubio Araya.
Regiones con mayor obesidad
Respecto a los resultados por región, la obesidad en niños y niñas se concentra mayormente en el sur del país, siendo las regiones de Aysén y Magallanes las que tienen índices más altos de obesidad de niños con un 29,2% y 30,5% respectivamente.
En relación al género de los menores de edad, el estudio reveló que son los niños quienes más aumentaron su porcentaje de obesidad en relación al 2021.
El análisis también detalló que los estudiantes chilenos presentan un menor porcentaje de peso normal (40,4%) en comparación a los extranjeros evaluados, que marcaron un 53,5%.
El Mineduc, en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio del Deporte, entre otros, presentaron el año pasado el plan “Demos Vuelta La Manzana”, una iniciativa que tiene como propósito detener la aceleración de la malnutrición y que entre sus desafíos se encuentra un plan piloto para el 2023 y el 2024, para favorecer ambientes educativos que protejan la salud integral.
