María José Quintanilla salió al paso de los rumores sobre su vida personal y ratificó que contrajo matrimonio con su pareja, el kinesiólogo Eduardo Carrasco.
A través de una transmisión en sus redes sociales, la cantante nacional salió al paso de las filtraciones de imágenes que daban cuenta de la fiesta de matrimonio con Carrasco.
Al respecto, y respondiendo las preguntas de sus seguidores, María José Quintanilla reconoció que “lo pasé muy bien en mi matrimonio, como se habrán dado cuenta por las imágenes que se filtraron en redes sociales“.
En esta línea, la ex Rojo explicó su alejamiento del mundo digital en el último tiempo, señalando que “si yo no les he contestado era porque necesitaba, antes de esto, un pequeño respiro personal para ahora poder salir con mucha más energía”.
“Habían sido dos semanas, comprenderán ahora, bien intensas y bien rudas“, sostuvo Quintanilla, en alusión a los preparativos para su boda.
María José Quintanilla dio el sí
Quintanilla recalcó que “efectivamente, confirmo que contraje nupcias este sábado. Es una relación preciosa que lleva mucho tiempo. Y lo más importante es que estoy feliz, no sólo por eso, sino que también por encontrar a alguien que comprende toda mi loquera“.
“Hay mucha pega detrás de esto (su último videoclip) y organizando un matri. Ustedes no saben lo que es esa hue…”, cerró.
Con un financiamiento de $2.600 millones otorgado por CORFO, el programa impulsará soluciones innovadoras orientadas a mejorar la experiencia de los pacientes, hacer más eficiente la gestión clínica y potenciar el trabajo del personal sanitario, en alianza con instituciones nacionales e internacionales.
Tras la cena de desagravio, se especuló con un regreso a la política de Longueira integrando un eventual gabinete de Kast o peleando la dirección de la UDI, partido al que renunció en 2021. Sin embargo, el camino del ex ministro parece estar lejos de ambas opciones.
El abogado de Karol Cariola, Juan Carlos Manríquez, valoró que "la senadora electa ha cumplido con entregar todas las respuestas que se le han pedido".
El extraño caso de Cristian Castro es, finalmente, el de un artista que perdió el centro, vagó por los bordes y regresó sin pedir permiso. No volvió a través de un hit nuevo ni de una estrategia de marketing: lo hizo mediante algo más simple y más raro -una autenticidad torpe, luminosa e irresistible, respaldada por una carrera que, vista desde hoy, nunca dejó de importar.