Secciones
Innovación

El poder de la influencia en tiempos de redes

La figura del influencer ha evolucionado significativamente en la era digital, convirtiéndose en un puente clave entre marcas y consumidores. A través de redes sociales, estos nuevos líderes de opinión moldean comportamientos y tendencias, desafiando el concepto tradicional de influencia y resaltando la importancia de la autenticidad y la responsabilidad en un mundo interconectado.

La capacidad de influir en otros para que piensen o actúen de una manera particular es una habilidad esencial del liderazgo. Sin ella, no se podría movilizar a las personas ni a las masas, los cantantes no tendrían fans o los políticos no tendrían quien los voten. Recientemente, con el crecimiento de las plataformas de redes sociales, ha habido un cambio significativo en esta dinámica en la sociedad permitiendo que los influencers actúen como elementos clave dentro de la propagación y comunicación de productos e ideas.

Influencia Social

Por definición, la influencia social ocurre cuando una o más personas impactan la actitud o comportamiento de otras. Esta transformación es compleja y está determinada por el cumplimiento, la aprobación o la obediencia social. Y recuerda que con gran poder viene también una gran responsabilidad, ya que si eres alguien importante, la mayoría de las personas bajo ti tomarán tus señales, ya sea que lo noten o no, en mucho de sus comportamiento, para bien o para mal.

Estilos de Influencia

Poniéndome un poco más teórico podemos dividir los estilos de influencia en tres:

La influencia implica el control de varias formas de poder: coercitiva, de recompensa, legítima, experta, referencial e informativa, siendo estas dos últimas absolutamente cruciales en un mundo digital.

A través de las Décadas

La historia de los influencers es el reflejo de la cultura y los medios, donde actores, deportistas, líderes políticos y figuras religiosas han trascendido las décadas. Los años ´40 vieron el auge de la realeza, más allá de dictar pautas de moda y estilo de vida, eran modelos a seguir para la sociedad y la aristocracia. En los años ´50, las estrellas de cine tomaron el rol de nuevos ídolos culturales. Marilyn Monroe y James Dean llamaban la atención del público no solo por sus actuaciones, sino por lo que se consideraba nuevo, bello o “cool”, tendencias que todavía afectan la opinión pública. Por otro lado también estaban los líderes políticos como Winston Churchill o Roosevelt que tenían influencia desde pensamiento, usando su lenguaje para movilizar a las personas en tiempos difíciles.

Los años 80 desencadenaron el auge de iconos musicales, liderados por Madonna, Mike Jagger o Michael Jackson, ayudaron a moldear la identidad y cultura de generaciones enteras con su música y su apariencia. Al mismo tiempo, atletas como Muhammad Ali o Michael Jordan utilizaron su celebridad no solo para ganar en el terreno deportivo profesional, sino para transformar pensamientos sociales y visualizar causas importantes, demostrando cómo el mundo del deporte y el entretenimiento ha estado, y todavía está, vinculado con los círculos del poder y la orientación de pensamientos.

Los ´90 estuvieron dominados por las supermodelos como Naomi Campbell y Cindy Crawford desfilando en las pasarelas del mundo, sacándole protagonismo a la industria de la moda y encarnando un estilo de vida que alcanzó niveles icónicos de influencia. En aquellos días, la iglesia era crucial liderando comunidades. El poder, de figuras como el Papa Juan Pablo II, no terminaba en asuntos cotidianos, desempeñando un papel importante en la formación del pensamiento y el estado de ánimo social con la ayuda de sus sermones e instrucciones, introduciendo valores y creencias que influían en la vida y marcando claramente su influencia en la dirección de la construcción cultural y ética de la sociedad de la época.

Fue en los 2000, que los herederos como Paris Hilton, Nicole Richie o Kim Kardashian hacen su aparición, aprovechando su exposición mediática para convertirse en los nuevos íconos de la cultura pop. Al mismo tiempo, atletas élite utilizaron su fama para hablar sobre temas sociales, como fue el caso del jugador de futbol americano Colin Kaepernick.

Mientras tanto los blogueros en los 2010, crearon una nueva fuerza en la web, construyendo seguidores con conexiones directas y auténticas con los lectores. Ahora, en 2020, estamos ubicados en la era de los influencers de redes sociales, donde la democratización de las plataformas ha solidificado esto dando espacio a que cualquiera puede, con un público potencial infinito, ser de los opinólogos o mercadólogos más influyentes; mezclándose y poniéndose a la altura del alcance mediático comparable al de un político como Donald Trump o un deportista Lionel Messi, participando de la participar en la opinión general del público. Esta es una transformación profunda, una que no solo democratiza la influencia sino que está cambiando la naturaleza del poder y la opinión.

La Nueva Era de los Influencers

Si solamente analizamos el mundo desde internet y las redes sociales, el significado de influencer ha cambiado. En 2025, un influencer es alguien que, en plataformas digitales, puede influir a un gran número de personas sin la ayuda de los medios tradicionales. Lo hacen con un estilo particular, usando una voz auténtica para llegar a su audiencia con mensajes sobre valores y personalidad, y a menudo en asociación con marcas o servicios.

Tipos de Influencers

Existen diferentes formas de clasificar a los influencers:

Basado en la cantidad de seguidores

También se pueden clasificar según la cantidad de seguidores. Esta segmentación es la más utilizada en marketing, ya que permite a las marcas elegir estratégicamente con quiénes trabajar en función de su audiencia y el impacto.

Los influencers hacen o deshacen muchas de nuestras elecciones y comportamientos, sobre todo en las nuevas generaciones afectadas de la creencia de que todo lo que pasa en redes es real. Comprender y aprender cómo se desarrollan estas influencias, cuántas hay y qué responsabilidad representa es fundamental para cualquiera que quiera trabajar en marketing digital, de influencia o redes sociales.

Hoy en día, las redes sociales han cambiado la forma en que las personas se relacionan entre sí, provocado que los individuos surjan como nuevos medios, influyendo en opiniones, tendencias y acciones de una manera que no está impulsada por instituciones formales.

La Democracia de la Influencia

El espacio digital democratizó las oportunidades para que cualquiera con una conexión a internet pueda acceder a ser un influencer. Instagram, TikTok y YouTube entre otras, han entregado herramientas a las personas para que compartan su perspectiva, haciendo que la edad y otros datos demográficos sean prácticamente irrelevantes.

Una de las muestras más claras de este fenómeno es Charli D’Amelio, con más de 150 millones de seguidores, es una adolescente conocida por sus bailes en TikTok. Su trabajo con marcas como “Dunkin’ Donuts”, le ha generado hasta 100 mil dólares por publicación en formato “story”. Esto demuestra cómo cualquiera, puede acumular un nivel de influencia que iguale a los más altos de una celebridad. Este gran camino hacia una audiencia, sin embargo, ha cambiado el panorama del marketing y ha visto a las marcas intentar conversar con los consumidores a través de personas que proporcionan un diálogo más honesto y verdadero con sus seguidores.

Impacto Social y Cultural

El efecto del influencer ha creado un gran cambio en cómo se forman las opiniones y cómo se retratan las marcas. El poder de una sola persona para impactar a miles, o porque no decir millones, plantea preguntas sobre la responsabilidad social.

Kylie Jenner, a modo de ejemplo, ha podido monetizar su imagen en muchos lugares del planeta; y eso ha sido suficiente para que las marcas y los consumidores se den cuenta de que una sola persona puede servir como plataforma publicitaria. Hasta un millón y medio de dólares ha cobrado por una publicación en Instagram, publicitando muchas veces su propia línea de cosméticos, Kylie Cosmetics. Esta influencia puede afectar tanto en la venta de productos como ideas relacionadas con la belleza, la personalidad y la moda en todo el mundo, lo que a su vez puede afectar la confianza o determinar la elección de niños y adolescentes.

Aprovechando el Marketing de Influencers

Las marcas están cada vez más abiertas a este nuevo mercado de los influencers, y los ROI son evidentes. Según Influencer Marketing Hub el marketing de influencia genera un promedio de $5.78 dólares por cada dólar de gasto publicitario, reforzando su usabilidad como medio.

Recientemente en EE.UU. la línea de ropa deportiva Gymshark se ha asociado con micro-influencers amantes del fitness, con un enfoque orgánico y transparente, lo que ha tenido un impacto significativo en sus ventas, construcción de marca y audiencia. No solo esta metodología auténtica da lugar a costos más baratos ($50 a $500 por publicación para un micro-influencer) y mejor engagement (se estima que más del 60% más alto que macro o mega-influencers), sino que es mucho menos costoso que pagar a un macro o mega, quienes cobran tarifas enormes. Aunque hace un par de años este nicho estaba disponible a través de canje de productos con marcas, ya no es el caso. En el último año esta categoría de micro o nano influencer, se transformó en la más popular para las marcas, cambiando las tarifas y el tipo de pagos en la mayoría de los casos.

Ya nadie trabaja gratis solo porque tienen redes más pequeñas, si tienes buen engagemet, el alcance se consigue patrocinando amplificando la comunidad y mejorando sustancialmente tus ventas

En busca del Like

Con un número creciente de personas que aspiran a ser influencers, el espacio se ha vuelto más competitivo, contribuyendo a las presiones sociales relacionadas con la apariencia, la autenticidad y el estilo de vida.

En el uso intensivo de las redes sociales, se observa que las personas tienden a presentarse no como son, sino como quieren ser, fenómeno conocido como comparación social para muchos, vinculados muchas veces a depresión, evasión de la realidad y el rol de la envidia social instalada en el inconsciente.

A medida que se compite por el estatus de influencer, se desarrolla una feroz competencia por la atención, inclusive llegando al punto de comprar seguidores o fingir interactuar con otros. No es novedad que muchos influencers crean cuentas anexas de su propiedad, para generar conversaciones en sus redes fomentando la interacción y comentarios positivos de sus contenidos.

Esto abre el diálogo sobre qué es real, que es juego y cuál es la ética en el mundo de las redes sociales. ¿Es la influencia generada verdaderamente auténtica, o solo una construcción de impresiones de segunda mano? O tenemos claro que solamente es un medio para ganar plata y que mi identidad digital está en un mundo paralelo que nada tiene que ver con mi “Yo humano”.

En otras palabras, las redes sociales nos han convertido en un nuevo medio, creando un ecosistema de influencia que informa la opinión pública, y forma el comportamiento del consumidor y las relatos culturales. Mientras que el proceso de convertirse en un influencer despliega oportunidades y desafíos que nos obliga no solo a contemplar y entender el poder de un nuevo modo de comunicación, sino a recordarlo como una cuestión de responsabilidad hacia tí y los demás. En una época en la que la influencia vale oro, la voz y la autenticidad son las monedas con las que debe comercializar un influencer exitoso.

Notas relacionadas



Pepe Mujica: El guerrillero desarmado

Pepe Mujica: El guerrillero desarmado

Mujica le dio ese sentido a la palabra esperanza: la del hombre que sabe esperar incluso lo que nadie quiere esperar: la muerte. Ya había pasado por eso, así que la esperó como una confirmación. Tranquilo en su rancho, tomando mate. O al menos actuando ese último y perfecto personaje: el hombre en su campo que ve cómo su mundo se desvanece sin enojo, sin rencor, sin miedo.

{title} Rafael Gumucio