Con un anuncio que marca un nuevo hito en la historia tecnológica, Sundar Pichai, consejero delegado de Alphabet, presentó Suncatcher, el proyecto con el que Google pretende llevar el procesamiento de inteligencia artificial más allá de la Tierra: “¡Nuestros procesadores se van al espacio!“.
La iniciativa consiste en una red de satélites equipados con procesadores de IA alimentados por energía solar, diseñados para operar como un centro de datos en el espacio.
El motivo detrás de Suncatcher responde a un desafío que se ha vuelto urgente: la enorme demanda energética que genera el crecimiento de la inteligencia artificial. A medida que los modelos de aprendizaje automático se vuelven más complejos, los centros de datos en la Tierra enfrentan limitaciones de infraestructura, costos crecientes y un impacto ambiental considerable.
Pichai explicó que la compañía explora “cómo podríamos algún día construir sistemas de computación de aprendizaje automático escalables en el espacio, aprovechando una mayor parte de la energía del sol (que emite más de 100.000 millones de veces la producción total de electricidad de la humanidad)”.
La idea es situar los procesadores en satélites cercanos al Sol, capaces de captar una fuente de energía prácticamente inagotable, lo que permitiría alimentar la próxima generación de inteligencia artificial sin depender de combustibles fósiles ni redes eléctricas terrestres.
Google al espacio: las alarmas en la industria tecnológica
La apuesta de Google llega en un contexto de alertas sobre la sostenibilidad del sector tecnológico. En el Foro de Davos de 2024, el consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, advirtió que la inteligencia artificial podría desatar una “crisis energética mundial” y sostuvo que “no hay manera de llegar sin cambios drásticos”. Mientras otras compañías exploran soluciones como la fusión nuclear o la reactivación de centrales atómicas, Google apuesta por el espacio y el Sol.
Según los datos de la compañía, los paneles solares espaciales podrían ser hasta ocho veces más productivos que los terrestres. Así, Suncatcher no solo busca expandir la capacidad de procesamiento de la inteligencia artificial, sino también demostrar que la innovación tecnológica puede alinearse con la sostenibilidad planetaria.