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7 de Marzo de 2013

Colegio de Cardenales impone apagón informativo y aún no fija inicio del cónclave

La preocupación sobre crónicas de la prensa italiana, que han violado la confidencialidad, llevó al organismo a suprimir las entrevistas con la prensa. Pese a que los cardenales ya estudian el perfil del próximo Papa, la fecha de inicio de la cita aún no se define porque aún no llegan todos los electores.

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Los cardenales electores de origen estadounidense, que destacan como los más comunicativos frente a los medios de comunicación, enmudecieron repentinamente luego de una decisión del Colegio de Cardenales, que impuso a partir de este miércoles un “apagón informativo” a todos los purpurados.

La decisión fue justificada por filtraciones publicadas en la prensa italiana que no procedían de las conferencias de prensa de estos prelados y tocaban el aspecto más sensible para el grupo de electores italianos y de la Curia: la reforma de la maquinaria central de la Iglesia, tal como consigna ABC.

Luego de que el “briefing” dado a conocer por el diario del Vaticano entregara poca información al respecto, los 5.300 periodistas que siguen el tema de la sucesión de Benedicto XVI deberán echar mano a una suerte de relatos de ficción, tal  como sucedió hace dos semanas cuando el hoy Papa emérito y la Curia estaban encerrados en ejercicios espirituales y no había nadie para autorizar un simple desmentido. Durante aquellos días, los medios informativos de la mitad del planeta vivieron de intrigas y escándalos reciclados a placer por medios italianos.

Es así como hacia la mitad de la rueda de prensa ya estaba claro que la noticia del día iba a ser que los cardenales, reunidos a puerta cerrada durante toda la mañana, habían comenzado a estudiar “el perfil del próximo Papa, a la luz de lo que el mundo espera”, tal como señaló el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

Previamente los 152 cardenales que ya se encuentran en Roma abordaron la Nueva Evangelización y un asunto muy práctico que estará sobre la mesa del próximo Papa desde el primer día: “la organización de la Santa Sede, los dicasterios y la relación con los episcopados”. Es decir, la reforma de la Curia y la colegialidad, dos puntos dolientes para muchos cardenales.

En un mundo de comunicación instantánea, la “bomba informativa” estalló cuando varios teléfonos móviles mostraron un comunicado de sister Mary Ann Walsh, la directora de Comunicación de la conferencia episcopal norteamericana: la conferencia de prensa de los cardenales Timothy Dolan, de Nueva York, y Francis George, de Chicago, quedaba suspendida pues “debido a preocupación sobre crónicas de la prensa italiana, que han violado la confidencialidad, el Colegio de Cardenales ha decidido suprimir las entrevistas con la prensa”.

Hasta ese momento, el principal interés de los enviados especiales era la fecha de inicio del Cónclave, que tampoco se ha fijado, a la espera de que lleguen, los últimos cardenales electores, los arzobispos de Varsovia y de Ho Chi Minh City. Como los cardenales decidieron reunirse el jueves tanto por la mañana como por la tarde, es previsible que hoy o, si no, mañana consigan fijar la fecha de inicio del Cónclave.

Hasta ayer habían tomado la palabra 51 cardenales, y la lista de los que quieren intervenir es todavía larga. Hay consenso en que es preciso escuchar tranquilamente a todos, y en que no pasa nada por retrasar el Cónclave. Lo mejor es llegar a la Capilla Sixtina con las tareas bien hechas de antemano.

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