El presidente regional de Cataluña (noreste), Artur Mas, pactó hoy con la izquierda nacionalista la pregunta de la consulta que pretende celebrar el 9 de noviembre de 2014 que sería: “¿Quiere usted que Cataluña sea un Estado?”.
Esta pregunta, en caso afirmativo, daría opción a una subpregunta que interrogaría a los ciudadanos sobre si quieren que este Estado sea independiente, confirmaron a Efe fuentes de la negociación.
Los grupos que llegaron a este acuerdo con el presidente catalán fueron Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Iniciativa per Catalunya (ICV) y la CUP.
El compromiso de una consulta soberanista fue el acuerdo al que llegó CiU, formación que dirige el gobierno catalán, con ERC para que Mas fuera investido presidente del Ejecutivo regional, el 24 de diciembre pasado.
Al mes siguiente el Parlamento catalán aprobó una declaración para realizar una consulta popular sobre la autodeterminación, con el voto de los nacionalistas e independentistas.
Gobierno español rechaza tajantemente autorizar una consulta en Cataluña
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, rechaza que vaya a autorizar una consulta de tipo soberanista en la región de Cataluña, por entender que va contra la Constitución y contra la soberanía de todos los españoles.
Por su parte, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, se pronunció en la misma línea y dijo que la Constitución no autoriza someter a referéndum cuestiones que afectan a la soberanía nacional y corresponden a todos los españoles.
En los pasillos del Congreso, Ruiz-Gallardón aseguró que no se realizará ninguna consulta “que pretende que una parte de españoles no sean capaces de decidir sobre algo que la Constitución les da”, como es la decisión sobre su propia integridad.
El titular de Justicia subrayó que el presidente catalán Artur Más es el representante del Estado en Cataluña y está obligado a cumplir la ley.
“Pretender que una comunidad autónoma adopte una decisión sobre algo que nos pertenece a todos los españoles, que es nuestra soberanía y nuestra integridad territorial, es intentar hurtar a los españoles” de su capacidad de decisión, afirmó el ministro.