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3 de Octubre de 2014

Joshua Wong, el joven de 17 años que lidera las protestas en Hong Kong

A sus 17 años, el "flaco de lentes" ha puesto en jaque al gobierno chino. Estas son algunas de las características que lo han puesto a la cabeza de la "revuelta de los paraguas".

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Joshua Wong no es aún suficientemente mayor como para votar, pero el flaco de 17 años se ha convertido en el rostro de la campaña pro-democracia de Hong Kong. Fue co-fundador del grupo de campaña estudiantil Scholarism y fue detenido durante 40 horas el viernes pasado por asaltar un complejo gubernamental”. Así describe The Guardian al joven líder de la llamada “revolución de los paraguas”, movimiento social que tiene en ascuas al gobierno chino.

Su papel en la revuelta no ha pasado inadvertido para el mundo. Así, mientras dicho periódico lo compara con Malala Yousafzai, la joven bloguera paquistaní que recibió un disparo en la cabeza en 2012 por sus opiniones, el New York Times le dedicó un extenso perfil en sus páginas, donde aseguran que “jugó un papel fundamental en el desencadenamiento de las manifestaciones de la semana pasada, lo que llevó a una sorpresiva carga contra un edificio del gobierno, que dio lugar a su detención y provocó a miles a salir a las calles antes de lo previsto. Los periódicos locales, con estrechos vínculos con Beijing, han tratado de desprestigiarlo, poniéndolo como una herramienta de los Estados Unidos“.

Pero su protagonismo político no es nuevo. A los 15 años, en 2011, fundó el grupo de estudiantes Scholarism, “para protestar contra el proyecto de una asignatura de Educación patriótica china en las escuelas de Hong Kong”, recuerda El País, “organizando una protesta de 120.000 personas en la sede del Gobierno regional y acabando con el plan“.

Wong es considerado “la chispa carismática de las movilizaciones”. ¿Su lema? “Enfrenta cada batalla como la que puede ser la última”. Para el NY Times, el joven “es la preocupante confirmación para las autoridades de que la primera generación de Hong Kong que crece bajo el dominio chino es, en muchos sentidos, también la más alejada de la influencia de Beijing. Él nació menos de nueve meses antes de la entrega de este ex colonia británica a China en 1997, y se crió aquí”.

“El líder estudiantil quiere una sociedad libre, donde cada uno tenga la posibilidad de nominar y votar por candidatos para el puesto de jefe ejecutivo de Hong Kong”, anota al respecto BBC Mundo, recordando que la raíz de la actual protesta se relaciona con la decisión de Beijing de seleccionar a los candidatos que pueden presentarse a elecciones de jefe ejecutivo. “Él cree que los estudiantes son las personas indicadas para difundir ese mensaje porque son “idealistas” por naturaleza“, agrega el medio.

¿Qué clase de líder es Wong? Joshua Steimle, CEO de la agencia de marketing digital MWI, con sede en Hong Kong, asegura en una columna para Forbes que aunque los resultados del examen de acceso a la universidad del joven dirigente eran “mediocres para los estándares de Hong Kong”, lo contrataría sin siquiera dudarlo, por que a su juicio “Wong entiende el poder de las redes sociales y ha demostrado que sabe cómo usarlo para generar no sólo una gran cantidad de seguidores, sino que seguidores que participan activamente (…) Scholarism ha logrado atraer a 277.000 seguidores en su página de Facebook, y ha utilizado otros canales de medios sociales para difundir su mensaje”.

“Joshua ha expresado sorpresa por su éxito. Eso me demuestra que es humilde, lo que significa que puede aprender“, continúa Steimle. “Ha declarado que no es muy político, y que estos movimientos no son en lo que él está realmente interesado. Aparece como un participante casi involuntario, puesto en acción más por un sentimiento de responsabilidad que por ambición. Aquello me demuestra que no es codicioso ni busca la fama – rasgos a evitar en gente que trabaja en equipo. Al enfrentar a un gobierno que ha matado a manifestantes estudiantiles en el pasado, Wong está demostrando coraje y la voluntad de sacrificarse por el bien mayor. Wong ha dicho que no disfruta ser la cara de las protestas, y no quiere que éstas sean sobre él. Eso demuestra que está enfocado en los objetivos de la organización más que en su propia carrera”.

Este último párrafo sin duda resume lo que puede pasar de ahora en adelante con Joshua Wong. Si la revuelta de los paraguas no termina en el baño de sangre y las purgas que ahogaron al movimiento de Tiananmen en 1989, y si las demandas de democratización y elecciones abiertas son escuchadas por el gobierno local, es posible que lo veamos iniciando una carrera política. Pero sea cual sea su futuro, el flaco de los lentes negros sin duda ya dejó su huella en el acontecer mundial. Una huella que, internet mediante, será más difícil de borrar para las actuales generaciones chinas de lo que fue el movimiento estudiantil de 1989.

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