Las teorías que afirman que el ataque a Charlie Hebdo fue un montaje

Tal como ocurrió con el 9/11 norteamericano -los ataques a las Torres Gemelas y al Pentágono el 11 de septiembre de 2001- los recientes hechos de París, donde un grupo de supuestos fundamentalistas islámicos asaltaron las oficinas del semanario satírico Charlie Hebdo, matando a doce personas e hiriendo a otras cuatro, son pasto para toda clase de teorías “conspiranoicas“.

La que gana más fuerza con los días es la que afirma que este asesinato es realmente una “operación de bandera falsa”: una acción encubierta, diseñada para alimentar el odio contra los musulmanes e islamistas, sirviendo como justificación para intervenciones de Occidente en el mundo árabe.

El primero en esbozar tal teoría es el ex subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul Craig Roberts. En su blog, éste subraya que “la Policía encontró el documento de identidad de Said Kouachi, muy cerca de la sede de Charlie Hebdo, en la misma escena del tiroteo”. El hecho recuerda a los supuestos culpables por el atentado a las Torres Gemelas, cuyos pasaportes aparecieron intactos entre las ruinas de los edificios, pese a haber estallado con el avión y con los rascacielos.

“Así fueron todos los complots terroristas creados por el FBI que sirvieron para crear primero y consolidar después, la amenaza terrorista como algo real para los estadounidenses”, agrega.

“Desde que las autoridades han descubierto que los pueblos occidentales pueden actuar estúpidamente y creer cualquier mentira que luce como transparente van a recurrir a esa mentira y usarla una y otra vez”, puntualizó Roberts, para quien los videos del ataque a Charlie Hebdo resultan sospechosos: los atacantes gritan “Allah Akbar!” y dicen “vengar a Mahoma”, además de reconocer que eran “de Al-Qaeda”, confirmando así la versión oficial.

Añade que tanto los militantes de la Hermandad Musulmana, como Al Qaeda y el Estado Islámico, habrían quemado los archivos “ofensivos” o los hubieran destruido en presencia de los “pecadores”. Siempre los yihadistas han destruido primero “lo que ofende a Dios”, antes que castigar a sus enemigos. Tampoco parece común haberse retirado del lugar tan rápido, sin acabar con todos al menos, ya que para quienes llevan adelante la “guerra santa”, la muerte no es amenaza sino más bien recompensa. Y así sucesivamente.

“Este ataque ha sido un trabajo interno y toda persona identificada por la NSA como hostil a las guerras occidentales contra los musulmanes va a ser incriminada por un trabajo interno diseñado para devolver a Francia bajo el pulgar de Washington”, finaliza Roberts.