Una inocente selfie cambió para siempre la vida de Natasha Boden de 26 años, una inglesa que ahora es una firme creyente en temas del más allá.
Todo por un extraño hecho que ocurrió en su casa, ubicada en la localidad británica de de Blackpool, donde al ver el resultado de la fotografía tuvo que simplemente salió corriendo.
En la imagen se podía apreciar una figura fantasmagórica al lado de su rostro, que no tiene mayor explicación.
Luego de eso su miedo fue tal que escapó a un hotel, desde donde pidió a su novio que fuera por sus pertenencias a la casa, a la que no ha querido regresar desde entonces.
La historia fue recogida por el diario británico Metro, desde son varios los especialistas que han intentado encontrar explicación a la imagen, que ha dado la vuelta al mundo:
