Esta mañana, el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva participó en una misa en homenaje a su esposa, Maria Letícia, quien falleció en febrero de 2017.
Esta es la primera vez que se ve al ex mandatario, luego de que fuera ordenado su encarcelamiento este jueves. Hasta hoy, el político estuvo en el sindicato de los metalúrgicos en São Bernardo do Campo, acompañado por adherentes y familiares.
En el lugar Lula habló a cientos de simpatizantes, los que llegaron al lugar gritando efervescentemente “no se entrega”.
Durante cerca de 55 minutos, el ex mandatario afirmó que se entregaría a la justicia, además de criticar la investigación Lava Jato y las medidas del juez Moro.
“Ellos van a tener un orgasmo triple, ellos, decretaron mi prisión. Y voy a atender el mandato de ellos, lo voy a atender. Porque quiero hacer la transferencia de responsabilidad de frente a todo lo que pasa en este país, es por mí causa”, dijo.
“Iré con la cabeza bien alta porque demostraré mi inocencia”, afirmó. “Me entregaré porque no les tengo miedo. Demostraré que soy inocente”, añadió.
Lula también agradeció a su predecesora Dilma Rousseff y a otros dirigentes de izquierda al participar en la misa.
“Para acabar con mis ideas, no basta con encarcelarlas”, dijo.
Esto se sumó a un posteo en su cuenta oficial de Twitter, donde señaló que “los poderosos pueden matar 1, 2 o 100 rosas, pero jamás conseguirán detener la llegada de la primavera”.
https://twitter.com/lulapelobrasil/status/982646688908226560
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