Secciones
Mundo

Justicia argentina ordenó conservar el cuerpo de Maradona por demanda de paternidad

Un tribunal accedió a la solicitud de Magalí Gil, quien dice ser hija del fallecido ex futbolista argentino, y que evitó la cremación para la toma de muestras de ADN.

Maradona cuerpo

La justicia argentina ordenó conservar el cuerpo del fallecido ex futbolista Diego Armando Maradona, para así tomar muestras de ADN por una demanda de paternidad que quedó pendiente.

Según lo informado por Infobae, un tribunal de Buenos Aires accedió al pedido de Magalí Gil, una joven de 25 años, quien afirma ser la hija biológica del “Diez”, situación que conoció hace dos años.

El tribunal decretó “la prohibición de innovar sobre los restos mortales, para que sus herederos y/o familiares directos y/o terceros no dispongan de los restos cadavéricos y el cuerpo sea conservado evitando así su cremación”.

Gil es una de las varias personas que mantienen demandas por paternidad en contra del ex entrenador de la selección albiceleste. El abogado Matías Morla informó de casos similares incluso en Cuba, donde el campeón del mundo en 1986 pasó por un proceso de rehabilitación debido a su adicción a las drogas.

El astro trasandino tuvo cinco hijos reconocidos. Dalma y Giannina fueron fruto de su matrimonio con Claudia Villafañe y Diego Fernando, que nació de su relación con Verónica Ojeda. Posteriormente asumió la paternidad del italiano Diego Sinagra y de Jana.

El cuerpo de Maradona está sepultado en un cementerio bonaerense, el que se cerró temporalmente para evitar la llegada masiva de fanáticos en medio de la pandemia del coronavirus.

Notas relacionadas







La envidia del barrio

La envidia del barrio

Defender el saludo, el reconocimiento y el traspaso ordenado no es defender a un gobierno ni a una coalición. Es defender una idea de país donde el poder es transitorio, las instituciones permanentes y la democracia algo más que un resultado electoral. Tal vez por eso, en medio de un vecindario convulsionado, Chile sigue siendo —cuando honra estas prácticas— la envidia del barrio.

Foto del Columnista Julio Sánchez Julio Sánchez