El imparable avance de los talibanes en Afganistán que deja al país al borde de la catástrofe humanitaria

El avance de los talibanes en Afganistán se volvió imparable y podrían tomar el poder de la capital Kabul en tan solo unos en días.

El temido grupo emprendió una avanzada por territorio afgano y en la última semana tomó el control de más de una decena de ciudades.

Para lograr este avance, el grupo fundamentalista islámico primero negoció la salida de tropas extranjeras del territorio afgano. Esto, a través de un acuerdo con Estados Unidos, tras más de 20 años de guerra. A cambio, se comprometieron a no atacar objetivos estadounidenses.

Parte del acuerdo también significó que Washington presionó al gobierno afgano para que liberara a miles de prisioneros talibanes, la mayoría de los cuales se reincorporaron de inmediato al combate con los insurgentes.

El control de 17 ciudades

Los talibanes aseguraron este viernes haber tomado el control de otras dos capitales de provincia, Logar y Uruzgan, en el sur de Afganistán, elevando el total de capitales regionales caídas a 17 durante la última semana.

Zabihulá Muyahid, portavoz de los talibanes, indicó que “la ciudad de Firozkó, capital de la provincia de Ghor, fue conquistada” y agregó que los insurgentes controlan los principales edificios gubernamentales.

“Todos los soldados y el personal de la Administración de Kabul se unieron a los muyahidín y entregaron todo el equipamiento y herramientas de la provincia de los muyahidín”, indicó.

Tras ello, los insurgentes publicaron un comunicado, horas después de tomar importantes ciudades como Kandahar, Herat, Helmand y Badghis (las más pobladas del país), para hacer hincapié en que “continuarán con sus avances”.

Preocupación internacional

Estados Unidos anunció el envío de tropas al aeropuerto internacional de Kabul para evacuar al personal de su embajada en Afganistan. “Estamos reduciendo aún más nuestra presencia civil en Kabul a la luz de la evolución de la situación de seguridad”, señaló el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.

Asimismo, desde el Pentágono anunciaron el envío de 3.000 soldados a Kabul para ayudar en la tarea de evacuación.

Al igual que Estados Unidos, el Reino Unido anunció que enviará tropas a a la capital afgana para a evacuar a sus diplomáticos, soldados y ciudadanos y a los miles de afganos que han trabajado con ellos.

El gobierno de Boris Johnson informó que enviará 600 soldados, y el secretario de Defensa, Ben Wallace, aseguró que el país estaba trasladando su embajada desde las afueras de la Zona Verde a un lugar potencialmente más seguro y más cerca del centro de la capital, según el medio británico The Guardian.

Por su parte, la Unión Europea (UE) amenazó a los talibanes con un “aislamiento” internacional si toman el poder “por la fuerza” en Afganistán. Además, les pidió que reanuden conversaciones “sustanciales” con Kabul y el cese “inmediato de la violencia”.

“Si toman el poder por la fuerza y restablecen un emirato islámico, los talibanes no serán reconocidos, sufrirán el aislamiento. Esto, además de la falta de apoyo internacional y la perspectiva de un conflicto continuo. Finalmente, una inestabilidad prolongada en Afganistán”, expresó el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.

Catástrofe humanitaria

Afganistán va camino de registrar el mayor número de víctimas civiles en un solo año desde que se tiene constancia de ello, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Mientras se intensifican los combates y el control de las ciudades, ACNUR se mostró especialmente preocupada por el impacto del conflicto en las mujeres y las niñas, ya que “el 80% de los casi 250.000 afganos que se han visto obligados a huir desde finales de mayo son mujeres y niños”, informó la portavoz Shabia Mantoo.

El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, también alertó que “Afganistán va camino de una catástrofe humanitaria. El país está inmerso en otro capítulo caótico y desesperado, una tragedia increíble para su sufrido pueblo. Todo está fuera de control”.

“Dirigir ataques contra civiles es una grave violación del derecho internacional humanitario y equivale a un crimen de guerra. Y los autores deberán rendir cuentas”, aseguró.