
Apenas cinco años pasaron entre que el Partido Conservador del Reino Unido lograra una contundente victoria en los comicios de 2019 y que sufriera su peor derrota ante el Partido Laborista desde la Segunda Guerra Mundial.
Con un amplio dominio del escenario político desde que alcanzó el poder en 2010, los conservadores perdieron casi 250 escaños en el Parlamento y dieron paso a la llegada del laborista Keir Starmer al número 10 de Downing Street.
Pero, cuáles son las razones tras el arrasador triunfo del Partido Laborista. Los analistas apuntan a una serie de factores que explican el radical cambio entre los votantes británicos.
El aumento de la pobreza debido al estancamiento de la economía es uno de los principales aspectos a los que señalan los expertos para explicar el arrollado triunfo del Partido Laborista en el Reino Unido.
COVID y Brexit
Tanto el COVID-19 como la guerra en Ucrania afectaron gravemente las arcas del Estado, y mientras otros países europeos han conseguido impulsar sus economías, la británica continúa con un desarrollo lento, el que muchos atribuyen al Brexit.
En particular, los analistas apuntan que los electores británicos castigaron a los conservadores por el escándalo de la fiesta en que participaron sus dirigentes durante la pandemia, con el entonces primer ministro Boris Johnson a la cabeza, conocida como Partygate.
Respecto del Brexit, los expertos aseveran que la salida de la Unión Europea perjudicó a la economía británica y ha dificultado su despegue tras la pandemia y el inicio de la guerra de Ucrania.
Por otra parte, de acuerdo con lo reportado por la BBC, en abril cerca de 10 millones de personas se encontraban en las listas de espera de la Sanidad.
Un reflejo del aumento de la pobreza y la desigualdad en un país que tiene los sueldos estancados y una deuda pública que alcanza al 88% del Producto Interno Bruto (PIB).
Además, aunque la inflación es de un 2%, las tasas de interés son muy altas y tienen muy complicados a quienes pidieron créditos en momentos complicados.
A ello se suma una severa crisis de viviendas que afecta principalmente a las generaciones más jóvenes.