
“India ha demostrado una moderación considerable en la selección de objetivos y el método de ejecución”. Así ha descrito el Ministerio de Defensa indio los ataques hacia el territorio vecino, los cuales dejaron al menos 38 civiles muertos entre ambas naciones.
Es la peor escalada de tensión entre ambos países desde 2019, cuando un atentado suicida mató a 40 policías indios en Cachemira. El conflicto preocupa en el ámbito internacional, ante el posible uso de armamento nuclear que tienen ambos.
“Un intercambio nuclear entre India y Pakistán causaría millones de muertes inmediatas en la región y tendría consecuencias globales”, compartió a través de un comunicado la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN).
Ambos países se convirtieron en potencias nucleares durante el siglo XX. India lo hizo en 1974, mientras que para Pakistán fue más tarde, en 1998. Según el Centro para el Control de Armas y la No Proliferación, el primero posee 164 ojivas nucleares, mientras que el segundo tiene 170.
Sin embargo, es importante reconocer que no es posible conocer los números reales ya que ambas naciones desarrollan sus programas militares en secreto, ya que no forman parte del Tratado de No Proliferación Nuclear, del Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares ni del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
Estudios del 2022, compartidos por la ICAN, alertaron que una guerra con armas atómicas limitada entre ambos países “podría desencadenar un invierno nuclear, perturbando drásticamente la agricultura mundial y provocando una hambruna que podría matar a más de 2.000 millones de personas“.
La organización, además, reforzó la idea de que las consecuencias no solo ocurrirían en la zona de conflicto: “Ningún país se salvaría. Ningún gobierno podría proteger a su pueblo de las consecuencias“.
Un estudio de 2019 de la Universidad de Rutgers, la octava universidad más antigua de Estados Unidos, también prevé una catástrofe. Realizando una simulación para, justamente, el año 2025, los autores del escrito estiman la muerte de 50 a 125 millones de personas por el efecto directo de los ataques, dependiendo de la fuerzas de las armas nucleares utilizadas: de 15, 50 o 100 kilotones.
Un conflicto nuclear entre India y Pakistán tendría efectos irreversibles en Cachemira y en el mundo, lo que pone en alerta, más aún luego de que el primer ministro pakistaní, Shebaz Sharif, advirtiera que tiene “derecho a dar respuesta” ante el ataque indio.