
Este martes, la Oficina de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos denunció el asesinato de hasta 410 palestinos desde el 28 de mayo a manos del ejército israelí en puntos de entrega humanitaria organizados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés).
Asimismo, acusaron la muerte de otras 93 personas mientras intentaban acceder a la escasa ayuda que ha podido entregar la ONU junto a otras organizaciones.
“El recién creado mecanismo de ayuda es una abominación que humilla y degrada a personas desesperadas. Es una trampa mortal que cuesta más vidas de las que salva“, indicó en una conferencia de prensa Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia para Refugiados de Palestina en Medio Oriente (UNRWA) de la ONU.
La GHF es la organización creada para distribuir ayuda en la Franja de Gaza, la cual ha estado rodeada de polémicas, comenzando por el apoyo que ha recibido por parte de Israel y Estados Unidos. Según cifras de la ONU, al menos 3.000 palestinos han resultado heridos durante incidentes en pleno proceso de entrega de ayuda humanitaria.
El bloqueo que se mantuvo en la Franja de Gaza
A principios de marzo Israel impuso un bloqueo humanitario en el enclave, lo que provocó serios problemas de desnutrición en la zona por carencia de alimentos, además de la falta de medicinas y otros bienes esenciales. Recién a finales de mayo el bloqueo fue parcialmente levantado, generando esta nueva problemática en Gaza.
“Los principios humanitarios deben restablecerse. La comunidad humanitaria, incluida la UNRWA, tiene la experiencia necesaria y debe ser autorizada a hacer su trabajo“, agregó Lazzarini.
Por su parte, el portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Thameen Al-Kheetan, indicó que convertir la distribución de comida en un arma puede ser considerado un crimen de guerra y que existe la posibilidad de que los casos sean presentados ante la Corte Internacional de Justicia, el tribunal de la ONU con sede en La Haya.