El Papa León XIV y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, conversaron con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, debido al ataque que sufrió la única iglesia cristiana en Gaza tras un bombardeo de Israel, el cual dejó tres muertos y nueve heridos, entre ellos el párroco argentino Gabriel Romanelli.
El Sumo Pontífice le solicitó al líder israelí un alto al fuego y el fin a la guerra en Gaza, así como proteger los lugares de culto y a los fieles en medio de una llamada telefónica. “Durante la conversación, el Santo Padre renovó su llamamiento para que se revitalice la acción negociadora y se logre un alto el fuego y el fin de la guerra“, informó durante esta jornada la Santa Sede.
Además, León XIV, que recibió la llamada de Netanyahu en su residencia estival de Castel Gandolfo, “expresó nuevamente su preocupación por la dramática situación humanitaria de la población en Gaza, cuyo precio desgarrador lo pagan especialmente los niños, los ancianos y los enfermos”.
Finalmente, el pontífice reiteró “la urgencia de proteger los lugares de culto y, sobre todo, a los fieles y a todas las personas en Palestina e Israel”.
Los cuestionamientos de Trump
Además de sostener una charla con el Papa León XIV, Netanyahu recibió una reprimenda por parte de Donald Trump, quien no tuvo “una buena reacción” tras enterarse del ataque a la iglesia.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, fue la encargada de dar a conocer el diálogo entre ambos líderes políticos, tras ser consultada por la nueva muerte de civiles en Gaza: “No fue una reacción positiva”.
“Netanyahu le dijo a Trump que el ataque fue un error de los israelíes“, aseguró Leavitt, sin dar mayores detalles respecto a la llamada entre las dos cabezas de gobierno.
Durante el jueves por la noche, la oficina del primer ministro israelí difundió un comunicado en el que lamentaba la muerte de los civiles tras el bombardeo de su ejército que impactó en la iglesia Sagrada Familia: “Israel lamenta profundamente que una munición perdida haya alcanzado la iglesia de la Sagrada Familia en Gaza. Cada vida inocente perdida es una tragedia. Compartimos el dolor de las familias y de los fieles“.
El texto, que no llevó la firma directa de Netanyahu, indicó además que Israel se encuentra investigando el incidente, manteniendo su compromiso en proteger a civiles y los lugares sagrados.
