Unos 21 niños han muerto en las últimas 72 horas en la Franja de Gaza por desnutrición. Se trata de una crisis de hambruna en el enclave que se ha ido agudizando desde marzo luego de que Israel implementara un bloqueo a la ayuda humanitaria, una vez se puso fin de forma unilateral el alto al fuego ante Hamás.
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), que cuenta con la venia y el apoyo del gobierno israelí y Estados Unidos, comenzó a repartir suministros en cuatro limitados puntos de distribución desde el pasado 26 de mayo, en un intento del Estado judío para controlar el reparto de ayuda. Tres de ellos se encuentran en el extremo suroeste de Gaza, mientras que el otro está en el centro.
En diálogo con la BBC, el director del hospital Shifa en la Ciudad de Gaza, Mohammed Abu Salmiya, además del dato de los 21 niños advirtió que alrededor de 900.000 sufren de hambruna y otros 70.000 de desnutrición.
Además, el ministerio de Salud de Gaza, que es dirigido por Hamás, registró que otras 15 personas han fallecido de hambre en el último día. Sumando estos números, la cifra total de muertes por hambruna desde el inicio de la guerra en el enclave —el 7 de octubre de 2023— llegó a los 101, donde 80 se tratarían de niños, según recoge el citado medio.
La crisis se suma a los constantes asesinatos a palestinos que ocurren debido a disparos del Ejército israelí en los cuatro centros antes mencionados, los cuales durante el alto al fuego eran 400. Asimismo, según la Agencia de la ONU para los refugiados Palestinos (UNRWA) el número de personas asesinadas intentando acceder a alimentos ya superan los 1.000 desde finales de mayo.
El comisionado general de la agencia, Philippe Lazzarini, denunció en un comunicado los incidentes: “Francotiradores disparan contra las muchedumbres como si tuvieran licencia para matar, es una cacería masiva de personas con total impunidad“. La situación se vuelve cada vez más crítica, con la oficina de la ONU impedida de poder ingresar a Gaza desde hace más de un año.