Las tensiones entre Tailandia y Camboya, que venían escalando los últimos meses, terminaron por estallar este jueves, luego de los enfrentamientos armados que protagonizaron ambos países en zonas fronterizas.
Se trata de la segunda disputa directa este año, luego de que en mayo un soldado camboyano fuera abatido a tiros.
En ese entonces ambas naciones se dispararon unos a otros en una zona fronteriza, relativamente pequeña, que es reclamada como propia por los dos protagonistas. Aunque posteriormente los dos países afirmaron haber rebajado la tensión, autoridades camboyanas y tailandesas continuaron aplicando o amenazando con medidas que si bien no llegaban a ser de fuerza armada, mantenían la tensión en niveles elevados.
De tal manera, Tailandia impuso estrictas restricciones en su frontera con Camboya, impidiendo casi todos los cruces salvo a estudiantes, pacientes médicos y otras personas con necesidades especiales. A su vez, estos últimos prohibieron las películas y programas de televisión tailandeses, detuvieron la importación de combustible, frutas y verduras, además de boicotear el suministro eléctrico de su vecino.
El enfrentamiento actual entre Tailandia y Camboya
Así se llegó a un punto de no retorno. Los combates actuales incluyeron intercambios de disparos, bombardeos e incluso lanzamientos de cohetes.
Autoridades tailandesas aseguraron que dichos incidentes causaron la muerte de al menos 11 civiles de su país y que han herido a otros 14 en tres provincias.
El Ministerio de Defensa aseguró que los enfrentamientos continúan en al menos seis zonas a lo largo de la frontera.
La zona más violenta que se disputan los dos Estados es el templo de Preah Vihear, que cuenta con 1.000 años antigüedad. La Corte Internacional de Justicia, en 1962, otorgó la soberanía sobre la zona del templo a Camboya, lo que provocó irritación en las relaciones bilaterales.
Casi 50 años después, en 2011, Camboya volvió a acudir a la Corte después de varios enfrentamientos entre sus fuerzas armadas y el ejército tailandés, las que causaron la muerte de unas 20 personas y el desplazamiento de miles. El ente internacional reafirmó el fallo a favor de Camboya en 2013.
Ahora, la nación volvió a recurrir al mismo mecanismo, no obstante, Tailandia ha rechazado la jurisdicción del tribunal internacional.