En las últimas horas, la península rusa de Kamchatka fue sacudida por un terremoto 8,8 grados en la escala Ritcher, uno de los más potentes que se han registrado en la historia moderna.
El sismo no solo provocó terror en Petropávlovsk-Kamchatski, la única ciudad relevante de la región, sino que trajo de regreso a la palestra el interés por uno de los sistemas tectónicos más complejos y peligrosos del planeta: el Cinturón de Fuego del Pacífico.
A pesar de que el impacto superficial del sismo fue menor de lo esperado, la liberación de energía tuvo un alcance global. Los tsunamis derivados del incidente alcanzaron las zonas costeras de Rusia y Japón, con olas de hasta tres metros, viajando en estos momentos a gran velocidad hacia lo largo de la costa chilena.
Kamchatka, junto a todo el Lejano Oriente ruso, es parte del denominado Anillo o Cinturón de Fuego del Pacífico, una vasta franja tectónica de más de 40.000 kilómetros de longitud con forma de herradura, bordeando el océano Pacífico y concentrando el 90% de toda la actividad sísmica mundial, registrando los más destructivos que ha detectado la ciencia moderna.
En esta zona, las placas del Pacífico, de América del Norte, de Filipinas, de Nazca, entre otras, convergen. Precisamente en este espacio compartido, se encuentran constantemente empujándose, hundiéndose o friccionándose entre sí. Periódicamente, la tensión que acumulan todas ellas se libera a través de terremotos y erupciones volcánicas.
No por nada, el cinturón alberga más de 450 volcanes activos y algunas de las fosas oceánicas más profundas del mundo, como pueden ser la de las Marianas, la de Java o la de las Aleutianas.

Los países situados en el Cinturón de Fuego
Comenzando desde donde se originó el último terremoto, en Asia la franja tectónica atraviesa países como Japón, Filipinas, Indonesia, Papúa Nueva Guinea y el este de Rusia, principalmente la mencionada península de Kamchatka. La zona, además de sufrir terremotos devastadores, también sufren actividad volcánica constante.
En Oceanía, Nueva Zelanda también forma parte de este corredor, con una geografía marcada por la presencia de fallas activas y volcanes imponentes.
En América, el anillo cruza desde el extremo sur de Chile hasta Canadá. El trayecto incluye a Perú, Ecuador, Colombia, Centroamérica, México y gran parte de la costa oeste de Estados Unidos.