La ciudad nipona de Hiroshima pidió esta jornada a la comunidad internacional que alcance un consenso para poner fin a las armas nucleares, en un día donde se cumple el 80 aniversario de su bombardeo atómico, el primero en la historia de la humanidad. Se trata de una fecha cargada de simbolismo, donde se homenajea a las víctimas tanto de dicha ciudad como de Nagasaki.
“A pesar de la agitación actual a nivel de los Estados, nosotros, el pueblo, nunca debemos rendirnos. En cambio, debemos esforzarnos aún más para construir un consenso en la sociedad civil sobre la necesidad de abolir las armas nucleares para un mundo verdaderamente pacífico“, dijo el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, leyendo una declaración de paz durante la ceremonia alrededor de las ruinas de uno de los pocos edificios que se mantuvo en pie.
El texto además hace un llamamiento a los mandatarios de todo el mundo a reflexionar sobre la incidencia que tienen en los conflictos sus decisiones: “Por favor, visite Hiroshima. Presencie con sus propios ojos lo que provoca un bombardeo atómico. Acepte con sinceridad el espíritu pacífico de Hiroshima y comience de inmediato a debatir un marco de seguridad basado en la confianza mediante el diálogo“.
Unas 55.000 personas de 120 países y regiones fueron partícipes en la ceremonia por la paz en la metrópolis japonesa ya mencionada, lo que se tradujo en una representación diplomática récord a pesar de los 35 grados durante la jornada y las advertencias por posibles golpes de calor esta mañana.
La Campana de la Paz fue tocada en el Parque Memorial de la Paz de la localidad durante el minuto de silencio a las 8:15 hora local, la hora exacta en la que la bomba Little Boy fue lanzada por el bombardero Enola Gay sobre la ciudad, causando la muerte instantánea de unas 70.000 personas. A finales de 1945, la cifra se duplicó debido a la radiación que dejó el incidente.
